EL PAíS

El Petiso

Luis Juez se ganó varios apodos durante su trayectoria política, pero el que trascendió a todos fue la unión de dos de ellos: El Petiso y El Charlatán. Verborrágico, rápido y de lengua filosa, Juez siempre sumó el humor cordobés a sus definiciones políticas, donde también abundan las referencias a su condición física. Un discurso político que transformó la forma de comunicación con los electores cordobeses. Moldeó ese estilo en la Universidad de Córdoba, donde se recibió de abogado, y en la militancia peronista, algo que difícilmente haya podido hacer en su época de liceísta en el Liceo Militar General Paz de Córdoba durante la dictadura y mucho menos si no decidía romper con el mandato familiar de ingresar al Colegio Militar.

Sin embargo, sus asesores le recomendaron en el último tramo de la campaña dejar de lado su estilo de paladín verborrágico y confrontativo, para mostrarse como un político capaz de hacer propuestas y gestionar. A los 47 años, Juez va por su revancha para gobernar Córdoba. En 2007 perdió la elección ante Juan Schiaretti por escaso margen en un cuestionado escrutinio que tardó semanas en dilucidar el resultado.

Esta vez le toca enfrentar a José Manuel de la Sota, a quien acompañó políticamente desde una banca de legislador provincial y ahora quiere “jubilar”. Juez convirtió a De la Sota en su principal enemigo político después de que El Gallego intentó frenar una investigación suya como fiscal anticorrupción del gobierno cordobés y en medio de una difícil situación personal: su hija Milagros, que había nacido con severos daños cerebrales, se debatía entre la vida y la muerte y con su renuncia se quedaba sin obra social para afrontar la atención médica.

Ganó la intendencia de Córdoba en 2003 y simpatizaba con el kirchnerismo, hasta que en la elección por la gobernación de 2007 los funcionarios del gobierno nacional dividieron los apoyos y Juez sintió que le soltaron la mano en medio de sus denuncias de fraude. Derrotó al delasotismo en 2009, cuando encabezó la lista que lo catapultó a una banca en el Senado nacional. Ahora, alineado en el Frente Amplio Progresista y detrás de la candidatura presidencial del socialista Hermes Binner, Juez aspira a gobernar Córdoba.

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