La protesta de trabajadores de gremios estatales en Río Gallegos –que bloquearon el acceso a la Legislatura para oponerse a la sanción de leyes que recortan derechos laborales y equiparan la edad jubilatoria con la vigente a nivel nacional– fue reprimida por la policía provincial con balas de goma y gases lacrimógenos, lo que desató un duro enfrentamiento con los manifestantes que terminó con al menos 20 heridos y la suspensión de la sesión en la que se iban a tratar las medidas dispuestas por el gobernador Daniel Peralta.

La decisión de Peralta de aplicar la emergencia económica provincial que le permite suspender las paritarias y elevar la edad jubilatoria, volvió a unificar la protesta de los gremios estatales. Empleados provinciales y municipales, sumados a trabajadores de la salud y docentes, comenzaron el miércoles una vigilia frente a la Legislatura y ayer bloquearon todos los accesos al céntrico edificio de Río Gallegos con piquetes y fogatas.

A primera hora de la tarde, la guardia de infantería de la policía santacruceña rodeó la Legislatura e intentó disolver los piquetes y las protestas. Pero la acción policial chocó con la resistencia de los manifestantes, quienes respondieron con piedras que terminaron con los vidrios del palacio legislativo, que se quedó sin energía eléctrica no bien se iniciaron los incidentes. Los enfrentamientos se extendieron por la zona céntrica y a lo largo de la avenida Néstor Kirchner, donde un grupo de manifestantes quemó un patrullero. Fuentes gremiales afirmaron que al menos unas veinte personas resultaron heridas, entre ellas cinco empleados estatales, uno de los cuales recibió un impacto de bala de goma en el abdomen. En tanto desde la policía aseguraban que dos mujeres de esa fuerza sufrieron quemaduras y que otro efectivo sufrió una herida cortante en la cabeza.