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Desde San Salvador de Jujuy

“El gobierno provincial no tenía llegada a la gente cuando fueron los asentamientos y las ocupaciones de tierra el año pasado, la gente los sacaba a patadas y había mucha indignación. Pedían terreno y nunca nada, y las casas que construían las empresas se las daban a los amigos. Y mirá vos lo que es, porque nosotros construimos viviendas en 14 localidades: la gente ha tomado viviendas y tierras por todos lados, las únicas que no tomaron fueron las de las organizaciones sociales.”

En la sede del edificio de la Tupac Amaru, en el corazón político y urbano de San Salvador, Milagro Sala ordena las cosas de último momento para la celebración que poco después se hace en el estadio. Entre los festejos por los trece años de la organización anunciarán el comienzo de otro proceso político, esta vez articulados con Unidos y Organizados para buscar espacios legislativos en 2013. Sala dice que ese cambio, de una opción política a otra, es una respuesta al pedido que el año pasado, entre esas tomas, empezó a escuchar entre la gente.

“El día que me digas que me dedique únicamente a ser dirigente, no voy a poder”, dice de arranque entre entrevistas, remeras y llamados de compañeros.

–Se lo habrán pedido varias veces.

–Lo que pasa es que algunos siguen pensando que los dirigentes tienen que estar detrás de un escritorio y cuando hay un acto tienen que subirse a un escenario y que la changada se arregle como pueda. Un dirigente tiene que hacer todo eso porque el que se olvida de militar deja de ser dirigente. Nunca hay que perder la humildad.

–¿Se trabaja “la humildad”? Usted cuando habla se pone al lado del otro.

–Vengo de dos clases sociales. Y digo dos clases porque en la primera, hasta los 14 años, he tenido de todo. Un buen auto que tenía mi papá; mi papá trabajaba en la universidad y mi mamá en el Hospital de Niños de supervisora. Teníamos la mejor ropa, la mejor zapatilla, que antes era la Flecha. Mi papá era el que más renegaba conmigo y yo lo hacía renegar a él; venía y me zamarreaba, que la escuela, y antes no había mochila, eran el portafolio, y media dormida te ponía en el auto y te terminaba metiendo una chirleada para entrar a la escuela. Y la otra (clase) es que a los 14 años descubrí que mi papá, no era mi papá; y mi mamá no era mi mamá. Un golpe muy fuerte. Cuando yo era chica le preguntaba a mi mamá: ¿por qué yo soy morocha y todos mis hermanos son blancos? Y mamá decía: “Sos morochita igual que tu abuela, sos morochita igual que yo”. Una vuelta cuando fui a una pileta, a cuatro o cinco cuadras de mi casa, una doña gordita me puso la mano en el pecho y me dijo ‘no podés entrar’. Mis hermanos siempre me han defendido a muerte. Se largaron a llorar, y nos hemos ido abrazados para casa. Después mi mamá fue, me pidieron disculpas, pero yo no quise ir más. A los 14 o 15 años me fui de mi casa enojada y conocí la otra realidad. A saber lavar una bombacha, aprender a hacerme un huevo frito; que para poder comer tenés que salir a buscar la plata. Lloviznaba y pasaba por una rotisería de acá que en la puerta tenía unos pollos rodando, hacía mucho frío: ¡sabés cómo se me vinieron las lágrimas de hambre! Me hice amigos en la calle, gente muy humilde. Algunos tenían hasta que robar y una mujer que tenía que sostener tantos hijos no podía dedicarse a tener trabajo fijo y algunas se han prostituido. He conocido, me he golpeado mucho y eso hizo que emprendiese esta lucha de volver a dignificar al otro.

–¿Empezó hace 13 años?

–Mucho antes. Desde los 13 o 14 años he militado en la Juventud Peronista. Me preguntaba por qué al morochito lo miraban con cara de traste y al gringuito que venía a pedirte trabajo le ponían una alfombra. Como decía Evita, creo que tiene que existir la igualdad, igualar. Acá hay muchos jóvenes y mamás que sacaron primeros premios de matemática, de rugby. El rugby es un deporte para los que tienen plata. Acá tenemos una cancha donde los chicos practican rugby. Las piletas siempre fueron para los que tenían plata, hoy tenemos muchos chicos en las piletas. Ahora, cuando vos igualas lo dignificas al de abajo, y cuando lo dignificas al de abajo deja de ser un renegado social. Porque el que vive en una villa dice: yo nazco en una villa y muero en una villa. Pues, no. Vos nacés en una villa, está bien, has tenido la suerte o mala suerte, como la quieras llamar, pero ahora veamos cómo hacemos para levantar tu calidad de vida. Preparándote, estudiando. A los jóvenes les decimos que uno es pobre, pero tiene que ser limpiecito, bien presentado. Tanto en la primaria, secundaria y terciaria tenemos una materia que se llama “autoestima” porque a mí me pasaba: La “pachita” me ha castigado porque yo no quería a los gringos, únicamente a mi familia nomás y siempre tenía parejas morochas. Y mirá, después con el tiempo, lo conozco a mi marido, que es gringo.

La otra política

–¿Por qué ahora cambian de organización social a partido político?

–Lo que sucede es que la Tupac y las otras organizaciones sociales salieron a apagar un incendio muy grande en la provincia el año pasado con las tomas de tierra. Ahí la gente nos pedía a nosotros: ¿por qué teníamos que hacer campaña en las elecciones para otros si tranquilamente la podíamos hacer para nosotros mismos? A muchos compañeros les pareció que ya es hora: ¿por qué dejar que otros nos resuelvan el futuro de nosotros?

–Es decir, se lo piden en el territorio.

–El año pasado hubo cuatro compañeros muertos, ¿me entendés? Y Gerardo Morales venía pidiendo la intervención de la provincia. Nosotros dijimos acá los jujeños vamos a solucionar el problema de los jujeños y nadie tiene que permitir que haya intervención. (En medio de un conflicto fue a una zona. Estaban enojados, armados y Sala no tenía contacto con ellos. Llegó y se presentó.) Una de las mujeres sacó un morral y sacó un arma: “Esta arma me la dejó mi marido, no la sé tirar, pero ya la sé cargar”, dijo. “Y cualquiera que me venga, yo le voy a decir: muerta me van a hacer sacar de acá de la casa”. Es el ejemplo de mucha gente que necesitaba y no militaba en ningún partido político ni organización. Yo les dije que los iba a respaldar y a cuidar y les dije que si obtuvieron las cosas de esa manera es porque estaban cansados de tocar puertas. Bueno de ahí muchos decían que seamos candidatos.

–¿Evaluaron riesgos?

–Nosotros somos medio kamikazes porque los riesgos no nos interesan, vamos, armamos el partido, porque más de lo que nos hicieron, no nos van a hacer. Nos desprestigiaron, nos dijeron de todo.

–¿Van a ir por las locales o nacionales?

–Particularmente queríamos quedarnos en la provincia porque después queremos pelear la gobernación. Irnos a Buenos Aires significa más tiempo allá que acá y queremos seguir laburando acá. A mí no me gusta una banca nacional; me gusta estar con los compañeros. ¿Y en qué cargos? Lo vamos a discutir, pero que vamos a ser candidatos en 2013. No sé si senador, diputados, porque aparte nos empezamos a organizar con el armazón de Unidos y Organizados.

–¿Cómo fue el proceso?

–Nos sentamos a hablar con los compañeros de La Cámpora, el Movimiento Evita, de Kolina, de los asentamientos, viviendas tomadas y entre ellos eligieron quién va a ser la responsable y me eligieron a mí. La responsable a nivel provincial. Dijimos que sí, no vamos a arrugarle a nada de lo que sea político.

–¿Entonces están pensando en la gobernación?

–Sí queremos que los jujeños nos den la oportunidad de poder llegar a la gobernación. Nosotros derrotamos cinco gobiernos en los ’90, salimos en todos los medios nacionales. La verdad es que nos veíamos bastante bien con las hondas, los garrotes, pero de qué vale qué derrotemos cinco gobiernos si pasaba el tiempo y cada vez estábamos peor. Decidimos entonces hacernos cargo de nuestra propia situación. Me dan para vivienda, construyo viviendas, no tengo por qué construir casas, centro de salud, pero lo hicimos porque soñamos con un mundo mejor y no soñamos con competir con el Estado. Nadie puede competir con el Estado porque si vos te pones a ver el presupuesto que maneja el Estado, el nuestro es migajas.

–¿Cómo se llega a la clase media?

–Nosotros nos candidateamos y queremos llegar para largar propuestas dentro de las cámaras y listo. No es que si no nos votan, nos morimos. Tenemos una construcción fuerte. No tenemos que salir a decir vamos a hacer casas, ya hicimos. Y si con tan poca plata hicimos esto, te imaginas si llegamos a manejar la provincia lo que podemos hacer. Esto es.