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–¿Tiene un tuitero favorito?

–No. En realidad uso Twitter cuando quiero dar algún mensajito.

–¿Hay algún lujo o gusto exótico que se dé durante las vacaciones?

–En realidad, lo que hago es intensificar la actividad deportiva. A la mañana voy al gimnasio, al mediodía nado y a la tardecita troto. Este año corrí tres medias maratones. También aprovecho para salir un poco más afuera con mi señora.

–¿Recuerda sus peores vacaciones?

–Me acuerdo cuando era joven que salió el Plan Bonex de Erman González. Ahí sí que me amargó, porque yo trabajaba por mi cuenta y fue un cimbronazo económico. Tuvimos que restringirnos un poquitito y volvernos antes. Pero, en general, siempre me ha ido bien y siempre he viajado en auto.

–¿Por el tema del dólar tuvo que cambiar algún plan para sus vacaciones?

–No, porque en Chile, aun sacando la cuenta con el dólar paralelo, sigue estando más barato que la costa atlántica. Son mejores nuestras playas, pero la ventaja es la distancia. Desde Mendoza estamos a 400 kilómetros contra 1400. Si vas con chicos chicos no podés, y yo quería ir con mi nietita de ocho meses.

–¿Qué hace frente a una promotora?

–Eh, escucho (se ríe). Generalmente son lindas chicas así que... y algunas todavía piden fotos.

–¿No se pone celosa su pareja?

–(Risas) No, mi mujer ya está acostumbrada.

–¿Una posición?

–El respeto, la tolerancia, el diálogo entre todos. Ese es el tema pendiente que tenemos y que nos reclama la sociedad.