EL PAíS › LOS CUERPOS FUERON IDENTIFICADOS POR EL EQUIPO DE ANTROPOLOGíA FORENSE

Fruto de un trabajo científico

Los restos estaban en fosas comunes en los campos clandestinos o enterrados en cementerios como NN. El trabajo del EAAF se realiza a base de investigación documental, excavaciones y análisis genéticos.

El trabajo integral conformado por excavaciones y análisis genéticos permitió al Equipo Argentino de Antropología Forense identificar, durante 2012, 63 cuerpos de víctimas de la última dictadura cívico-militar argentina entre los que figuran los casos emblemáticos del padre de la nieta recuperada Victoria Montenegro, de un ex senador tucumano y de varios diplomáticos cubanos. La provincia de Buenos Aires es el sitio en donde se localizó la mayoría de las víctimas identificadas, hombres y mujeres torturados, asesinados y desaparecidos durante el terrorismo de Estado.

En febrero, el EAAF identificó los restos de Juan Carlos Rosale y Adrián Enrique Accescimbeni, exhumados en el Cementerio Municipal de Magdalena. En abril, los de Ana Teresa Diego, una estudiante de Astronomía de la Universidad Nacional de La Plata desaparecida el 25 de septiembre de 1976 en el bosque de la capital bonaerense. En honor a ella, el Comité de Denominación de Cuerpos Menores del Sistema Solar de la Unión Astronómica Internacional denominó en diciembre pasado “Anadiego” a un asteroide en su homenaje. Junto con los suyos, los profesionales identificaron los restos de los desaparecidos Carlos López, Josefina Elvira Thompson y Marta Edit Veiga. Durante el mismo mes, uno de los tantos cuerpos hallados en una fosa común en el cementerio platense fue identificado como el de Félix Escobar, desaparecido el 22 de diciembre de 1976. Asimismo, en mayo, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata identificó a Olga Noemí Casado y Félix Escobar, entre los restos exhumados en ese mismo cementerio.

Los restos de Modesto Oreste Caballero, secuestrado en enero de 1977 y depositado, sin vida, en el cementerio comunal de Avellaneda, en el sur del conurbano, fueron identificados en marzo. Allí también permaneció enterrado como NN el cuerpo del actor marplatense Carlos Waiz, identificado en julio pasado, y el de Gregorio Sember, desaparecido en mayo de 1976, enterrado en una fosa individual e identificado en agosto.

Los cuerpos de Néstor Zuppa, Lidia del Carmen Soto, Patricia Dillon, José Tomanelli y Carlos Jorge Williams, que permanecieron enterrados en fosas comunes de los cementerios municipales de San Martín, Bulogne, Escobar y Villegas, en el conurbano norte, fueron identificados en abril. En Villegas, Isidro Casanova, exhumaron los restos de Marcos Miguens, secuestrado en La Plata en diciembre de 1976, que fueron finalmente, identificados en marzo de este año y los de Silvia de Raffaelli, en julio. En agosto fue identificado el cuerpo de Mirta Carmen Panzani, embarazada de siete meses, luego de más de 15 años de haber sido inhumada en una fosa común del cementerio municipal de Vicente López. La mujer había sido asesinada en un operativo en enero de 1977.

En San Fernando fueron encontrados los restos del diplomático cubano Crescencio Nicomedes Galañena Hernández, desaparecido el 9 de agosto de 1976 e identificado por el EAAF a principios de agosto. El descubrimiento de los restos de Galañena Hernández, una de las identificaciones de víctimas de la última dictadura cívico-militar argentina más resonantes del año, fueron encontrados el 11 de junio pasado cuando un grupo de chicos descubrió, en un predio ubicado frente al aeródromo de San Fernando, un barril de metal oxidado que estaba roto y en el que vieron huesos y llamaron al 911. Galañena Hernández fue secuestrado junto a Jesús Cejas Arias en el barrio de Belgrano, cuando salían de la embajada cubana, donde trabajaban. En septiembre, en tanto, fueron se identificaron los restos de María Rosa Clementi, una empleada de la misma embajada.

En noviembre fueron identificados los cuerpos de Enzo Raúl Gómez y Luis Lorenzo Garello, desaparecidos en 1975 y 1976 respectivamente y hallados en el cementerio de San Andrés de Giles.

Detrás de Buenos Aires, la provincia de Tucumán fue el segundo foco en donde permanecieron ocultos la mayoría de los cuerpos de las víctimas de la represión estatal identificadas durante el año que pasó. En el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, uno de los centros clandestinos de detención más grandes de la provincia norteña, se encontraron los restos del ex senador tucumano peronista Damián Márquez, identificado en marzo. Junto a Márquez, quien presidió la Cámara de Senadores y también fue secretario general de la CGT local y que fue secuestrado en enero de 1977, fueron identificados los restos de Pedro Guillermo Corroto Barraza y José Máximo Tapia. Enterrados en una fosa común en ese centro clandestino de detención también se hallaron los cuerpos de Ricardo Luis Salinas, José Luis Maldonado y Felipe Arturo Urueña, identificados en septiembre.

En tanto, enterrados en otro centro clandestino de detención tucumano, aquel conocido como Pozo de Vargas, fueron identificados en ese mismo mes los restos de Julia Leonor Fernández, desaparecida el 17 de febrero de 1976. El cuerpo de Antonia Esilda Romano también se halló en aquel lugar, y fue identificado en noviembre, el mismo mes en que se conocieron las identificaciones de los cuerpos de Adriana Cecilia Mitrovich y Horacio Ramón Atilio Ferreyra, inhumados como NN en un cementerio de la provincia de Tucumán.

Otro caso emblemático fue la identificación, en mayo, de los restos del padre de Victoria Montenegro, una hija apropiada que recuperó su identidad en 2000 y que hoy forma parte del núcleo duro de nietos de Abuelas de Plaza de Mayo. Roque Orlando Montenegro fue detenido entre el 10 y el 13 de febrero de 1976 junto a su mujer Hilda Ramona Torres y su hija Victoria de tan solo trece días. Desde entonces, y hasta mayo de 2012, permaneció desaparecido. Su cuerpo había llegado sin vida a las costas uruguayas y enterrado como NN en la ciudad de Colonia de ese país. En Uruguay también, aunque en 1976, había aparecido el cuerpo de Laura Romero, que fue identificado hacia finales de este año.

En una fosa común en el cementerio municipal de Rosario, en Santa Fe, fueron enterrados los restos de María Teresa Vidal Valls, Héctor Marcelo “Pica” Ancoroni, asesinado por un grupo de tareas en enero de 1977, el chileno Reinaldo Miguel Pinto Rubio, el correntino Lucio Dionel Ramos; el obrero metalúrgico Roberto Raúl López, Raúl José Pereyra y Ricardo Cabrera. Los cuerpos fueron identificados en febrero, en el caso de Vidal Valls, y septiembre de 2012, en el de los demás. También allí permaneció oculto el cuerpo de Isabel Carlucci de Fina, quien estaba embarazada al momento de su secuestro y cuyo hijo es buscado por las Abuelas de Plaza de Mayo, que fue identificado en julio.

En marzo, en Jujuy, fue identificado Rubén Yáñez Velarde, cuyos restos habían sido exhumados del cementerio de la localidad de Yala, camino a la Quebrada de Humahuaca, en donde también, a fines de mayo, se identificaron los restos de Jorge Leonardo Elischer, Edilberto Chamorro Vera y Raúl Eduardo Manrique; también los de Carlos López Brest, secuestrado el 2 de abril de 1972 de su casa de Berazategui, provincia de Buenos Aires, y desde entonces desaparecido.

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En el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, el EAAF encontró una fosa común con restos de 15 personas.
Imagen: Télam
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