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Tres miradas sobre el blanqueo

Estanislao Malic *

“Opción de ahorro”

“La herramienta no es sólo económica. Es política. La idea es mostrar que existen alternativas de ahorro. El punto es que en el mercado hay distintos instrumentos para inversores tanto en pesos como en dólares, pero el problema es que falla la publicidad para volverlas masivas. Entonces en este caso el Gobierno apunta a aquellos ahorristas con dólares en el colchón para que ingresen al mercado de capitales. Claro que el bono no es el más atractivo de la plaza, porque lo que viene a hacer es a ‘cobrar un impuesto’ por salir de la informalidad. Eso es la diferencia entre el 10-11 por ciento que rinde otra alternativa en dólares como el Boden 2015 y el 4 por ciento que va a rendir esta herramienta. La medida le resta presión al blue, aunque es difícil saber en qué magnitud. Lo central es entender que el dólar paralelo expresa la decisión de un grupo de poder económico que quiere provocar la devaluación para sacar beneficio. Pero no tiene que ver con las cuestiones macroeconómicas de la economía local (bajo endeudamiento, cantidad de reservas elevadas en términos históricos). Además, la medida permite incorporar reservas internacionales a una tasa barata para soltar un poco las importaciones y comprar tecnología, maquinaria y combustible que posibiliten ampliar la capacidad instalada. El tema relevante es seguir avanzando hasta resolver las carencias que existen en la cadena de comercialización de instrumentos de inversión para los ahorristas.”

* Economista UBA.


Javier Alvaredo *

“No es solución”

“Esta vez la medida de blanqueo no tiene fines recaudatorios (como la de 2009), pero busca engrosar las reservas internacionales para moderar el efecto que tuvo el cepo sobre la inversión. No obstante, no queda claro que vaya a funcionar porque no resuelve el problema de la desconfianza reinante en el mercado. El tema clave es que esta herramienta no sirve para retirar los pesos excedentes del mercado. Eso es lo que genera tanto la incertidumbre de la gente como la disparada del mercado paralelo. Incluso, hasta puede terminar provocando más emisión monetaria del Banco Central. Como resultado, una de las cosas evidentes es que mientras no se apunte a resolver el problema de la abundancia de pesos en la plaza local, no es posible pensar que el inversor va a cambiar su pesimismo. La medida, en tanto, es diferente al blanqueo de 2009 principalmente por dos motivos. El primero es que en ese momento no existían los controles cuantitativos a la compra de dólares en el mercado cambiario. El segundo es que cada uno traía los dólares y los depositaba en una cuenta, con la particularidad de que tenía libre disponibilidad para utilizar el dinero en cualquier destino. Ahora, en cambio, los billetes los tenés que cambiar por un título para comprar inmuebles. Frente a esta situación, no es claro que los inversores convaliden la pérdida de liquidez y traigan su patrimonio en moneda extranjera. Otro de los puntos que queda en evidencia es que ahora el objetivo es ensanchar las reservas en dólares.”

* Economista de ACM.


Roberto Arévalo *

“Mensaje positivo”

“Las empresas inmobiliarias reciben la medida del Gobierno con placer. Es un mensaje realmente positivo, porque permite empezar a hablar de una recuperación para el sector. Este blanqueo, de la manera que está pensado instrumentarse, reimpulsa la compraventa de propiedades, que en el último tiempo registró una profunda desaceleración. Uno de los problemas de la actividad, a partir de la disparada de la brecha sobre el tipo de cambio oficial, es que el que tiene dólares no se anima a utilizarlos para comprar una propiedad. Eso es por la incertidumbre. En la otra vereda, el dueño de la propiedad no se arriesga a vender si no es en moneda extranjera o en pesos a la cotización del paralelo. Con el blanqueo, da toda la sensación de que se encuentran respuestas para ese conflicto. Uno de los principales elementos que se incorpora es el de una nueva demanda que va a permitir aceitar las transacciones. El que tenía los dólares en el colchón (y sin blanquear) ahora los puede utilizar para adquirir un inmueble. Eso ayuda muchísimo al rubro inmobiliario, revitalizando las operaciones. Además, este mayor consumo esperado va a actuar como una señal más que alentadora para incentivar los nuevos desarrollos de viviendas. La medida no parece abrir puertas para fomentar a los especuladores ni tampoco va a ocasionar un incremento en el precio de las propiedades. Más aún, puede actuar aliviando las presiones sobre la cotización del blue. Si bien hasta que la propuesta se ponga en marcha es difícil hacer estimaciones, lo central para que funcione es generar confianza con reglas claras.”

* Representante de la Cámara Inmobiliaria.

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