- Cantos. Muy lejos del espíritu reinante en la elección de 2011, el coqueto Palais Rouge elegido por Coalición Sur, de Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas, desbordaba de alegría. Las hinchadas, tanto de la Coalición Cívica porteña como de Proyecto Sur, sacaron a relucir sus cancioneros, apuntando al Frente para la Victoria: “Ay ay ay, que risa que me da, ay ay ay, que risa que me da, seguí poniendo a Filmus que los votos no les dan”, decían en referencia a la posibilidad de desplazar al candidato kirchnerista del Senado. Otro canto dedicado al ex ministro de Educación: “Me parece que Filmus se va a la B, me parece que Filmus se va a la B, se va junto, se va junto a Cabandié”, se burlaron. Los de Proyecto Sur también cantaron en alusión al PRO: “El que no salta es joven PRO, el que no salta es joven PRO” y “hay que saltar, hay que saltar, porque ganamos la Capital”.

- Silencio. En el otro extremo del éxtasis de Coalición Sur se encontraba el silencioso bunker de la lista Juntos, que no llegó al piso mínimo para lograr un lugar en la lista de diputados.

- Novia. Contenta por haber resurgido luego de su pobre resultado electoral en 2011, Carrió aprovechó la noche para hacer las paces con sus adversarios internos, a los que venía criticando duramente durante la campaña. “Me acabo de reconciliar para siempre con Ricardo Gil Lavedra, mi amigo de más de 30 años. No por él, con quien me voy a seguir peleando, sino porque tiene una novia divina, Claudia Piñeyro, que lo va a curar del machismo”, disparó Carrió, en referencia a la relación del diputado con la escritora de novelas como Las viudas de los jueves.

- Blooper. También en medio de la alegría, Carrió hizo su apuesta por las nuevas generaciones. Rescató a su próximo compañero de fórmula, Martín Lousteau, y también a Fernando Sánchez, su delfín político. Pero en medio de la enumeración se le coló a Lilita el nombre de “Adrián”, por el ex diputado Adrián Pérez, que fue su candidato a vicepresidente en 2011 y actualmente integra la lista de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires. “No, Adrián no, Adrián se fue. Fue un blooper”, se reía de sí misma Carrió, que aprovechó el desliz para darle un mensaje: “Va a volver”.