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Víctor Heredia

Sabía que estaba en la lista de censura porque lo viví. No poder trabajar, que te censuren, recibir amenazas y también la imposibilidad de moverte en tu propio país es algo que uno vivió en aquellos años. Lo verdaderamente revelador son las actas, que hablan concretamente sobre el ideario de las juntas militares en ese momento en relación a cómo gobernar y qué querían hacer con este país. Y ni hablar de los datos que puedan surgir sobre el caso Papel Prensa: el juicio está en marcha y si hay algún tipo de información sobre este tema, los involucrados tendrán que dar respuesta. Por otra parte, es importante remarcar el rol que asume quien entrega esta documentación desde el Ejército a la democracia, eso es extraordinario. Pone a las Fuerzas Armadas en el exacto lugar que siempre tuvieron que ocupar dentro de la democracia y bajo la letra de la Constitución.

Agustín Alezzo

Me parece espléndido que empiecen a aparecer pruebas de todo lo que pasó en la dictadura, por si a alguno le quedan dudas. Claro que yo ya sabía que integraba esas listas negras, lo sabía desde el ’76, viví en carne propia la prohibición. ¿Cómo no iba a saberlo si durante seis años no pude trabajar en radio ni en televisión, ni en teatros oficiales? Nadie te notificaba de nada, pero sabías que estabas prohibido. Vuelve a mi memoria el infierno de aquellos años. Hubo casos en que el Ejército entraba directamente a los estudios, como pasó con Pavlovsky, entraron a su estudio mientras estaba con pacientes, o con Ure, entraron cuando estaba dando una clase. Uno en su casa, en el teatro, temblaba y pensaba: ¿cuándo me tocará a mí? Por eso, cuando hoy hablan de que estamos viviendo lo mismo que en dictadura, uno lo toma como un chiste de mal gusto.

Carlos Gorostiza

Cuando algo se abre, cuando alguien habla, cuando algo se despierta, siempre es saludable. Y es muy saludable que estas listas aparezcan porque quienes las integrábamos de alguna manera seguíamos escondidos. Ahora ya no estamos escondidos. Lo curioso es constatar que no son dos, o tres, o cinco los que integran las listas: algunos han militado con más intensidad, han estado más comprometidos, otros muy poco, pero estaba casi toda la cultura argentina incluida en esos nombres. Eso fue lo que sufrimos y lo que los que tienen mi edad venían sufriendo desde el ‘45. A nosotros nos prohibieron Crimen y castigo en el ’47, en el teatro La Máscara, porque era ruso. En el ’53 yo monté, también en La Máscara, Enterrar a los muertos, nos pidieron el libreto, vinieron al teatro y ejercieron censura previa, porque decían que había muchos militares.

Víctor Laplace

El primer impacto que me produjo este tema fue saber que se accedió a esta información gracias al jefe de las Fuerzas Armadas, porque ubica a la institución que dirige en otro lugar. Estar prohibido significó no sólo lo que sufrimos durante esos años de dictadura, también el miedo, la bronca, el resentimiento que seguimos masticando en los años posteriores, el no poder pensar en otra cosa durante tanto tiempo. Impresiona mucho ver a tantos colegas allí nombrados, pega en la cicatriz que quedó de una herida que se hizo en otro tiempo. Impresiona lo que nos dura todo este dolor, repasar tantos amigos que no están, que siguieron su vida como pudieron en el exilio o que murieron de tristeza. Es un impacto fuerte para mí repasar esta lista. Y es importante que las nuevas generaciones sepan que hay que cuidar mucho esta libertad que hoy tenemos.