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El Gobierno dictó ayer el decreto que introduce cambios sustanciales en los términos del contrato con Aeropuertos Argentina 2000 para la explotación de las estaciones aéreas nacionales. Reflejando el resultado de varios meses de negociación, la norma avala el reemplazo de la obligación del pago de una suma fija por un canon variable que dependerá del flujo de pasajeros. El decreto ratifica, además, que el Aeroparque Jorge Newbery continúe en su actual emplazamiento.
A cambio de no pagar una suma fija, la empresa se comprometió a mayores inversiones: en lugar de los 2230 millones de pesos pactados originalmente, ahora se pasó a 3300 millones. La concesión dura hasta el año 2028. En los primeros tres años, el mínimo a invertir cada año será de 100 millones de pesos. Para asegurarse que la empresa no dejará de pagar el canon ni de hacer las inversiones, el Estado reclamó garantías bancarias ejecutables.
Según el Gobierno, la compañía adeuda 358 millones de pesos por canon impago. Según lo acordado, el Estado proseguirá el juicio contra la empresa pero no exigirá ningún pago hasta que la Justicia no se expida. A su vez, Aeropuertos reclama una deuda al Estado por 255 millones.
La reformulación del canon parece una ventaja para Aeropuertos. En vez de una suma fija de 171 millones de pesos anuales, como se prevé que este año se vendan 15 millones de boletos por avión, se calcula que el canon ascenderá a 100 millones de pesos.