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¿Siempre vivieron juntos?
J.L.: –Aída se casó, después enviudó y vivió muchísimos años sola.
A.L.: –Y él en semejante casa...
J.L.: –Estando ya grandes era ridículo vivir solos. ¿Si nos peleamos? Tenemos al fondo una pedala, donde se practica esgrima.
–Hagamos un tour por los objetos más queridos...
J.L.: –Para mí todos los objetos son queridos. Yo no soy de esas personas a las que les regalan una cosa, no les gusta y la esconden; yo pongo todo.
A.L.: –Parece una casa de ventas, un anticuario...
–¿Qué humor los hace reír?
A.L.: –Mi único favorito fue Carlitos Chaplin; ninguno me gustó tanto como él. Yo tiras no veo, porque una vez miré una tira y me entusiasmé tanto que después no iba a ningún lado para verla. No iba ni a tomar el té, era la tira de la monja, ¿cómo se llamaba?... La extraña dama... Era linda ésa.
J.L.: –A mí me hace gracia, y que me perdonen los demás, el humor de Antonio Gasalla. Lo veo creativo, me hace acordar a Niní Marshall. No sé si es hijo mío; yo nunca me casé, así que no tengo ningún hijo.
–¿Cuáles son las miserias de nuestra farándula?
J.L.: –Esa cosa de decir: “Yo voy adelante de fulano”. Eso es de vedette o de vedetto. Si sos actor, le sacás jugo hasta a un ladrillo.