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El Dokter Vintziquer estaba sentado en su silla de pensar, dormir y analizar. De pronto, escuchó un rumor, quizás una vocecita.
–¿Quién es?
–Mi papá dice que usted puede adivinar todo, así que adivine quién soy.
–¡Yo no adivino, yo in-ter-pre-to!
–Entonces, interprete quién soy –dijo, mientras entraba–.
–Sos un chico, y tenés ganas de hacer pis.
–¿Cómo lo adivinó?
–¡No lo adiviné! Pero todavía no tenés barba ni rasgos de adulto; y tenés ganas de hacer pis porque todos los que llegan a mi consultorio querían ir al baño y se equivocaron de puerta.
–¿Para eso estudió usted en Viena, para saber que yo quiero ir al baño? ¡Interpréteme algo más interesante, Dokter!
–Bueno, a vos te gusta hacer preguntas y criticar a los demás.
–¿Cómo lo supo?
–Porque es lo que hacés conmigo, desde que llegaste, que me desafiás, buscás los límites, porque todos los chicos hacen eso y seguramente es lo mismo que les hacés a tus padres, que no deben saber dónde estás
–¿Cómo que no saben dónde estoy? ¡Estoy en Tsúremberg, dónde iba a estar? ¡Y ellos lo saben!
–Pero Tsúremberg es grande.
–Dokter, ¿usted vivió en Viena y viene a decirme que Tsúremberg es grande?
–¿Acaso vos estuviste en Viena?
–No, ¿cómo iba a estarlo? ¡Pero una ciudad que durante muchos años estuvo siempre en el mismo país, Austria-Hungría, sólo tiene dos opciones: o es tan chica que a nadie le importa, o es tan grande que no la pueden atacar y cambiar de frontera.
–¿Tan chiquito y para todo tenés una respuesta?
–No, Dokter, la verdad es que para todo tengo una pregunta, o mejor dicho, muchas preguntas; lo que pasa es que a la mayoría nadie me las quiere contestar, o me las contestan con otra pregunta. O me dicen “es por Dios” o “es porque querés ir al baño”, y yo necesito respuestas, Dokter, y si nadie más me las da, me las tengo que inventar yo solo.
–¿Y se puede saber por qué necesitás respuestas?
–No.
–¿Por qué no?
–¿Acaso usted me explicó por qué no adivina, sino in-ter-pre-ta?
–No.
–Y entonces, ¿por qué tendría yo que explicarle?
–Porque sos un chico.
–¿Y entonces?
–Los chicos creen en las explicaciones.
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