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Por M. J.

Algunos especialistas señalan que la sexualidad adolescente es un territorio donde convergen fuegos cruzados: los temores y fantasías adultas, la vulnerabilidad de una edad compleja, y los intereses comerciales vinculados al mercado adolescente. Según cifras recientes, este mercado equivale a miles de millones de libras. Uno de los más florecientes sectores es el de las revistas para adolescentes,clasificadas de acuerdo a un riguroso target de edades: para chicas de 17, 14, 12 y hasta 9 años.
Imitando a las revistas femeninas adultas, estas publicaciones abordan el tema de la sexualidad con notas sobre “cómo gustar a los muchachos” o “295 trucos para ser sexy”. En un contexto de bombardeo constante de los medios, con iconos como Jeniffer López o Britney Spears, que hacen de su sexualidad un símbolo, algunos especialistas opinan que la nueva ley es un esperpento con buenas intenciones y patética realización.
Entre las ONG, el temor es que la norma se convierta en una traba para que los jóvenes reciban educación sexual. “Hay mucha desorientación entre los padres, adolescentes y profesionales sobre el impacto que va a tener. Los menores no saben si pueden pedir consejo sobre temas sexuales. Los médicos y educadores no saben si pueden darlo”, señaló Anne Weyman, de la Family Planning Association británica.
En este clima confusión, algunos adolescentes parecen ajenos a la nueva ley. “Hoy haría exactamente lo mismo y, de ser necesario, mentiría sobre mi edad”, dijo al Independent On Sunday una chica de 15, que acababa de pasar unos días de campamento con su novio, de 17.