La ciudad de Buenos Aires y la provincia de Chaco sancionaron sus respectivas leyes de salud sexual en 2006. En cambio, provincias como Mendoza y Entre Ríos ya contaban con normativas aprobadas previamente, aunque su llegada a las aulas en algunos casos se ve obstaculizada por la falta de decisión política. Una jurisdicción como la provincia de Buenos Aires con la mayor cantidad de alumnos del país todavía no se ha comprometido con el dictado de educación sexual, más allá de algunas experiencias aisladas en el sector público y de la iniciativa propia de establecimientos privados, donde se pueden encontrar diversos e interesantes proyectos.

La forma de incluir la educación sexual en las escuelas varía de forma notable según la jurisdicción. “Mientras que la Ley de la Ciudad de Buenos Aires establece que la incorporación de los contenidos será de forma transversal a todas las materias y en todos los niveles de educación; la Ley de Santa Fe dispone la inclusión de esta temática en las asignaturas Ciencias Biológicas y Ciencias Sociales, ‘en primer grado del nivel primario y primer año del nivel secundario’. Por otro lado, la ley de la provincia de Mendoza incorpora la educación sexual en los contenidos curriculares pero no explicita si será de forma transversal o a través de una materia específica”, comparó la investigadora Catalina Wainerman, quien elaboró un informe con el análisis de diversas experiencias en el país, a pedido del Fondo de Población de la ONU: su estudio fue parte de los insumos que usó la comisión de expertos que asesoró al Ministerio de Educación con recomendaciones para elaborar los lineamientos curriculares básicos de educación sexual.