SOCIEDAD › DESPUéS DE LOS PRIMEROS HALLAZGOS, SE INTENSIFICAN LAS TAREAS

El lugar más complicado para una búsqueda

Faltan más butacas, faltan más partes del avión y faltan los cuerpos por los que se pidió un minuto de silencio en Europa y tres días de duelo en Brasil. La búsqueda del Airbus A330 es constante en el mar, donde aún continúa la esperanza de un rescate y desde ayer merodean el sitio donde aparecieron algunas piezas tres barcos mercantes, uno de bandera francesa y dos holandeses. Por el aire buscan los mismos aviones estadounidenses que patrullan El Salvador con el objetivo de detectar los movimientos de los narcos, junto al moderno R99 brasileño y sus radares que detecta focos de deforestación o minería ilegal y ahora tribus de indígenas aislados en la zona del Amazonas. El paso del tiempo complica todo porque la mareas y las corrientes mueven los restos, agigantando la zona de búsqueda.

El procedimiento de rastrillaje, ahora que se hallaron los primeros restos, se basa en delimitar el denominado “cuadrado creciente”. Así lo explicó ayer el especialista en seguridad de vuelo Jorge Barros. “El área cubierta se va ampliando progresivamente de acuerdo con el análisis de las corrientes marinas”, dijo el hombre. “Eso no requiere muchos aviones sino aeronaves con una importante autonomía de vuelo, para poder barrer toda el área”, completó el especialista. Además, se trata de una zona de convergencia intertropical, lo que genera una franja de nubosidades caracterizada por fuertes tempestades.

Por su parte, el comandante Ronaldo Jenkins, coordinador de seguridad del Sindicato de Empresas Aeronáuticas, mencionó otro de los factores que obstaculizan las tareas de búsqueda: la profundidad. “Para hallar el avión serán necesarios navíos equipados con un sonar especial, posiblemente también submarinos de rescate, un esfuerzo enorme”, señaló. Según los peritos de Brasil, la profundidad en esa área que está a 650 kilómetros de un archipiélago brasileño, es de entre 6 y 8 mil metros.

Ya hay un navío de la Marina de ese país y llegará un segundo mañana al mediodía y un tercero el viernes por la mañana. Además, salieron de Río de Janeiro una fragata y un tanquero para apoyar las búsquedas y permitir a éstos repostar y permanecer en el área “el tiempo necesario”, informó Domingo Savio, portavoz de la Marina. “El próximo paso es identificar los restos”, aseguró también el contraalmirante, aunque aclaró: “Nos mueve la esperanza de encontrar sobrevivientes”.

Consultado sobre las condiciones del agua, Savio informó que es “muy caliente, 28 o 30 grados” lo que en caso de haber sobrevivientes entre los 228 personas desaparecidas daría “tiempo indeterminado de permanencia en el agua, lo que quiere decir que depende de la resistencia física de ese cuerpo”. Para complementar la búsqueda en el “cuadrado creciente”, dos navíos de la Marina francesa, el transporte de desembarco La Foudre, que hacía ejercicios cerca de Portugal y la fragata “Ventôse”, que viajaba desde las Antillas, navegaban anoche y deberían llegar a finales de semana.

Mientras tanto, dos aviones militares franceses, un Breguet Atlantique y un Falcon 50, reiniciaron las operaciones para encontrar, lo que el ministro Jean-Louis Borloo, encargado de Transportes, afirmó como “la prioridad absoluta” de las autoridades francesas: las cajas negras.

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