SOCIEDAD › UNA EXPERIENCIA EN CHILE

Mujeres arriba

 Por Sonia Santoro

Macleta: Mujeres Arriba de la Cleta (macleta.cl/) surgió entre 2005 y 2006, inspirada por la elección a presidenta de Michelle Bachelet en Chile, en un ambiente muy proclive a la organización de las mujeres. “Un momento que coincide con el malestar entre ciclistas urbanas por la nula implementación de medidas pro bicicleta y la ceguera de las autoridades frente a la opción bicicleta”, explican.

En Macleta no tienen claro el vínculo de los hombres con la bici, pero creen que al menos las mujeres tienden a personificarlas un poco más, a sentirlas mas propias, a profesar un cariño especial ellas. Quizá hay hombres que comparten esto pero lo expresan menos. Será por eso que varias de sus bicis tienen nombre. La de Andrea se llama “La Inmortal Rubí”. Están también “La Nena”, “Morocha”, “Veloz”, “La Lenga del Paine” y “Crimson Queen”. En el camino de personalizar sus bicis, ellas también las equipan con especial interés. “Compramos accesorios que nos permitan llevar a cabo todos nuestros roles, sin que echemos de menos en absoluto una maleta de auto. Compramos alforjas-bolso, alforjas-cartera, canastos, luces para la noche, candados tipo U-Look (únicos en los que realmente confiamos para evitar robos). No nos disfrazamos de ciclistas deportivas para cruzar la ciudad en nuestras bicis, muchas usamos falda y taco, sin ningún problema”, dice Andrea Cortínez O’Ryan, coordinadora de Macleta.

–¿Por qué tienen una escuela para enseñar a andar en bici a las mujeres? ¿Las mujeres andan menos?

–Sí, andamos menos, y muchas han sido influenciadas en su niñez o adolescencia por una sociedad donde las mujeres jugaban con muñecas y los niños con autitos, y donde luego usaban vestidos mientras ellos jugaban a la pelota. Muchas mujeres tuvieron pocas posibilidades de desarrollar su corporalidad y experimentar en actividades recreativas donde sus cuerpos jugasen el rol activo. Posteriormente el rol social asignado históricamente a las mujeres perpetúa en muchos el ya conocido “nunca aprendíamos debido a la pobreza de tiempo”, que se traduce en sedentarismo que muchas viven.

–¿Cómo está pensado el uso de la bici desde los fabricantes y también usuarios?

–Hasta hace unos cuatro años en Chile teníamos casi exclusivamente modelos de montaña para hombre. Los escasos modelos para mujer estaban en tiendas atendidas por varones donde finalmente igual ¡te terminaban recomendando una de hombre! Las bicicletas urbanas han ido apareciendo poco a poco y actualmente están tomando el mercado. En cuanto a los vendedores actualmente poco o nada saben de anatomía femenina, dimensiones, etc. A la fecha la situación ha ido mejorando y tenemos fabricantes nacionales especialmente preocupados de estudiar lo que las mujeres queremos pues es ahí donde pueden incrementar mayormente sus ventas. Los usuarios andan en busca de bicicletas urbanas “personalizadas”.

–¿Por qué de adultos se deja de usar bicicleta?

–En Chile existe un icono al respecto. A fines de los ’80, un banco crediticio lanzó un comercial recordado por muchos años como “cómprate un auto Perico”, donde el protagonista iba en bicicleta y alguien le gritaba “cómprate un auto...”. Luego conseguía el crédito y lograba surgir y no ser más aquel “Perico”. Ello dañó tremendamente la imagen del ciclista urbano, al punto de que cualquiera que anduviese en bicicleta era visto como alguien que no tenía dinero, de bajo estatus.

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