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Después de la experiencia vivida por el padre Julio César Grassi, ayer se conjeturaba con que los Grassi habían caído en desgrassi. Juan José, uno de los hermanos del ex titular de la Fundación Felices los Niños, ayer siguió su camino. No el camino secular de las sotanas sino el de la Justicia. El juez de Instrucción en lo Criminal 12, Ricardo Arturo Warley, ordenó anoche la captura de J. J. Grassi, imputado por estafa.
Juan José es el mismo hermano que salió a enfrentar a todos los medios y a quien se le pusiera en su camino en defensa de su hermano, Julio César, detenido desde el 24 de octubre pasado en la DDI de Merlo, acusado de abuso sexual y corrupción de menores. Ahora, antes que otro hermano tome la posta en su propia defensa, J. J. decidió poner un abogado. La coincidencia con el recorrido es meramente casual, pero lo defenderá Miguel Angel Pierri, una de las patas jurídicas con que su hermano el cura intenta revertir su situación.
Consciente de que los medios periodísticos ligarían el caso de Juan José con el sonado expediente que mantiene detenido a Julio César, el abogado Pierri rápidamente salió a aclarar los tantos: “Es una causa vieja –aseguró el abogado–. Una causa que tramita desde hace tiempo en el Juzgado de Instrucción Criminal de la Capital Federal de Ricardo Warley. Nada tiene que ver la Fundación Felices los Niños con este caso”, se cuidó en aclarar Pierri.
El abogado también confirmó la existencia de una orden de captura contra Juan José y explicó que estaba originada en un caso de “estafas recíprocas”, aunque no aclaró si su cliente era o no inocente de los cargos que se le imputaban.