El Ministerio de Seguridad y la Policía Federal ratificaron anoche que el arma que llevaba el cabo Ariel Marcelo Mendoza, el día en que se produjo la muerte de Domínguez, era una Bersa Thunder 9 milímetros “de acción simple, que tiene similitud de funcionamiento con la Brownning. Como primera medida (para que dispare) hay que montar el martillo y luego presionar la cola del disparador (el gatillo) para que incida sobre el percutor y la bala salga del receptáculo”. Por su parte, fuentes de la Gendarmería Nacional señalaron que “es difícil, pero no imposible, que el arma se haya disparado sola luego de chocar contra el piso, pero hay que ver si se le había quitado el seguro”.

El licenciado en Criminalística Eduardo Frigerio, consultado por Página/12, señaló por su parte que “la Bersa brinda más seguridad que la Brownning, porque tiene tres posiciones de martillo percutor y eso hace más difícil que se dispare sola. Claro que hay que ver en qué estado estaba la pistola en cuestión y saber si el proyectil que salió disparado tenía señales de rebote o no”.

El experto sostuvo que puede “hacer apreciaciones técnicas generales”, pero para el caso concreto “hay que esperar el resultado de las pericias y saber, entre otras cosas, si el arma estaba en condiciones óptimas o si había sido maltratada” por el uso. “El arma tiene tres posiciones, pero hay que saber si el sistema funcionaba en forma correcta”, aclaró Frigerio, cuyo estudio tuvo participación en innumerables causas judiciales. El percutor puede estar con el seguro puesto, en una posición intermedia que también es relativamente segura o totalmente apoyado sobre la aguja percutora, lo que activa la cápsula fulminante del cartucho.

“Un disparo fortuito es posible, pero hay que establecer las circunstancias. Saber si se le cayó la pistola de la cartuchera, lo que es difícil porque la cartuchera también tiene un seguro para que eso no ocurra, o saber si el policía iba con el arma en la mano y se cayó él.”

“Hay que determinar también si el impacto que mató al chico fue directo o si fue producto de un rebote en el asfalto o en la pared de algún edificio. Si el arma se cayó sola de la cartuchera y se disparó, el plomo no tendría que tener deformaciones compatibles con un rebote.”

“Si llevaba el arma en la mano y trastabilló, pudo haber efectuado un disparo no deseado y es posible que el impacto haya sido directo, o después de un rebote. Hay que saber la trayectoria que tuvo el proyectil y otro montón de cosas. En suma, es posible que se haya disparado con la caída, pero es difícil que eso pueda suceder si el arma está en condiciones y el policía con el cuidado necesario”, explicó Frigerio. “Lo único que no entiendo es por qué dejó la guardia que hacía para intervenir en un hecho que no tenía gravedad”, concluyó.