SOCIEDAD › CARLOS GARMENDIA, ABOGADO

El juicio político

Viste una remera gris con la inscripción “Justicia por Marita Verón”, como las que el miércoles, durante la marcha por las calles de Tucumán, llevaban los amigos de Micaela. El abogado Carlos Garmendia, conocido en Tucumán por su trabajo en derechos humanos, dice que durmió dos horas porque el trabajo pendiente es mucho y todo pasa muy rápido. Los bostezos que van pautando su explicación sobre los pasos a seguir para pedir el jury a los jueces de la Sala II de la Cámara en lo Penal ratifican una y otra cosa.

Dice Garmendia que el pedido de juicio político no se refiere tanto al veredicto como al proceso del juicio, los sucesos transcurridos en los diez meses entre febrero y el final. Los magistrados “en el trámite del juicio han violado un montón de normas –explica–. El juicio ha venido mal parido casi desde el inicio: hubo maltrato a las testigos, permisividad de los jueces para con el maltrato de los abogados defensores hacia los testigos. Las amenazas que hemos sufrido nosotros”.

–¿Amenazas al equipo de abogados?

–A mí me han amenazado dos veces. Gonzalo (Chenga Gómez) dos veces me ha amenazado dentro en la sala de audiencia.

–¿Dentro mismo de la sala?

–¡En la sala de audiencias! La primera vez que me han amenazado, el fiscal ha pedido que se eleven las actuaciones. Esa primera vez ha sido un momento en que los imputados se han levantado, se han puesto a gritar a los testigos. Y entonces los jueces les han pedido que salieran. Yo estaba sentado entre el público, encima. Y pasan y me dicen “enano de mierda” y otras cosas. Entonces, el fiscal ha pedido que el tribunal haga algo, que labre actuaciones, mande a la fiscalía de turno. Y no hicieron nada.

–¿Y la testigo que habían amenazado?

–Sucedió que iban a declarar dos testigos, madre e hija. La imputada Milhein ha ido a buscarla a la chica, que ella la tenía antes en la casa, para decirle lo que tenía que decir. La chica le dijo que de ninguna manera. Entonces fue a ver a la madre, la amenazó. Y le ha escrito a la madre la propia Milhein de puño y letra qué era lo que tenía que decir. Cuando ha venido la hija, ha contado, ha sacado el papel y ha mostrado. No ha pasado nada con eso. El tribunal ha permitido maltratos inauditos hacia las víctimas, de parte de los imputados y abogados de los imputados. Y no hubo sanciones.

–También habían señalado algo sobre no haber profundizado investigaciones durante el debate.

–Cuando los testigos empezaron a tocar a la Chancha Ale, el tribunal no ha avanzado por ahí. No profundizaba y no nos han permitido profundizar por ahí tampoco. De todos modos, vamos a esperar a que estén los fundamentos para conocerlos. Luego sí haremos la presentación para pedir el jury antes de fin de año.

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