SOCIEDAD

La hazaña de Luis Agote

 Por Pedro Lipcovich

El 9 de noviembre de 1914, el médico Luis Agote efectuó, en el Hospital Rawson, la primera transfusión sanguínea en la historia de la humanidad. Hasta entonces, los intentos por transfundir sólo habían procurado hacerlo “de brazo a brazo”: no era posible almacenar la sangre porque no había forma de evitar que, al ser extraída, se coagulara.

Agote, en el laboratorio de hematología del Instituto Modelo del Rawson, probó con citrato neutro de sodio, del que se sabía que impedía la coagulación de las proteínas del huevo. Tras ensayar distintas dosis, logró preservar una muestra de sangre durante 15 días. Lo siguiente era verificar que el citrato no afectara las propiedades de la sangre ni dañara al receptor: él mismo se inyectó dosis crecientes del producto para constatar su inocuidad.

La destinataria de la primera transfusión fue a una mujer que padecía una hemorragia posparto, y la sangre fue donada por Ramón Mosquera, portero del Hospital Rawson: tenía 28 años y había nacido en Galicia, España.

Luis Agote, que había nacido en 1868, falleció en 1954. El Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre se instituyó en la Argentina en 2004, al aprobarse la Ley 25.936, que establece la donación voluntaria de sangre como política de Estado. En 2012, el Comité de Promoción de la Donación Voluntaria de Sangre se reunió con los descendientes de Mosquera para homenajear al primer donante voluntario de la Argentina y del mundo.

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