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Horacio Conzi viajó ayer a Mar del Plata, donde se negó a declarar en la causa por falsificación de documentos por el DNI y el carnet de conductor truchos que llevaba al momento de ser detenido. En su contacto con los periodistas, hizo responsable “a la mafia de San Isidro” por su actual situación procesal. Dijo que Paula Alonso, una de las testigos de cargo, “es amiga del hijo menor del testaferro de Kansas”, el restaurante de Martínez que disputa la clientela con el complejo Dallas. Según Conzi, los dueños de ese comercio, al que calificó de “rival”, le pagaron “200 mil dólares a los medios para que me hagan pelota”.
“La mafia de San Isidro es la que hizo disparar mi arma y cambió las balas del remís”, afirmó Conzi mientras era trasladado al juzgado federal de Mar del Plata. A su vez, en una carta hizo consideraciones políticas que incluyeron una crítica a Melchor Posse, padre del actual intendente de San Isidro, Gustavo Posse. “El señor (Adolfo) Rodríguez Saá se dejó tentar por el diablo, traicionó al peronismo al juntarse con los radicales que arruinaron a nuestra querida Argentina. Con esos hipócritas que decían que sabían gobernar con (Fernando) De la Rúa.”
Aunque negó ser “un fanático delirante”, Conzi auguró un castigo divino para quienes lo acusan. “Los titulares de la guerra (en Irak) quedarán chicos para describir la desgracia que Dios hará caer”, aseguró.