SOCIEDAD › EXHUMARON EL CADAVER DE VILLALBA PARA NUEVAS PERICIAS

Buscando datos sobre la tortura

 Por Alejandra Dandan

Las primeras pericias sobre los restos de Patricia Villalba ahora parecen parte de la prehistoria del caso. Los resultados de aquellos exámenes se conocieron el 26 de febrero, cuando todavía nadie había reparado en las denuncias de torturas que terminaron disparando ayer la exhumación del cuerpo. Durante toda la mañana, los médicos forenses del Poder Judicial trabajaron desmontando el cuerpo para repetir las pericias sobre las lesiones perforantes del tórax, el sitio donde se habrían provocado las torturas. Los forenses rastrearon además otros dos aspectos: el horario certero de la muerte y los resultados del hisopado vaginal. Anoche sólo se conocía ese dato: tal como lo indicaba la primera autopsia, Patricia no fue violada.
Cada una de esas pruebas fue pedida por la familia de Patricia y están enmarcadas dentro de la hipótesis de investigación que ellos vienen trabajando: están convencidos de que Patricia fue torturada con los métodos de los grupos de tareas con actividad durante la dictadura, una especie y una metodología que en Santiago del Estero siguió adelante bajo la dirección del ex comisario Musa Azar, considerado por los familiares como el presunto instigador o autor material de este crimen. En ese contexto, volvieron a pedir pericias sobre las heridas de Patricia y, además, sobre el estómago, para determinar a ciencia cierta la hora de su muerte.
Hasta ahora, los viejos informes periciales indicaban que Patricia Villalba murió entre “2 y 4 horas después de su última ingesta”. Su última ingesta había sido entre las 0 y 0.30 del 6 de febrero: se compró una hamburguesa cuando salía de su trabajo en una verdulería. Estos datos determinaron que su muerte había sucedido entre las 2.30 y 4.30 del 6 de febrero, dos horas antes de que su cuerpo fuera descubierto por la primera mujer que pasó por la zona, convertida ahora en una de las testigos centrales de la escena de La Dársena. Aquella mujer descubrió los cuerpos a las 6.30, hizo la denuncia y esperó a la policía, que trasladó su cuerpo desde La Dársena recién a las 13.30 del mediodía. La televisión local siguió todo ese proceso y ahora esas escenas son centrales para esta nueva autopsia: de acuerdo con las imágenes, el cuerpo no había comenzado el proceso de “rigor mortis”, estaba demasiado liviano.
Además de este dato, ahora existe otro. Aquella testigo llegó a La Dársena justo cuando salía el auto bordó, un coche que la Justicia le adjudica a Llugdar. Por todas estas razones, los familiares de Patricia están convencidos de que “los tormentos” se extendieron hasta las 6 de la mañana, que llegó a La Dársena muerta y fue arrojada al monte.
Otro de los aspectos de las pericias es la revisión de las lesiones. La primera autopsia indicó que recorrían un trayecto de 2,5 centímetros. Señalaba una lesión perforante en el tórax izquierdo de quince puntazos provocados por elementos “duro y sin punta”. Ahora se buscan más datos sobre ese objeto. Entre los sospechosos hay una barreta “dura y sin punta” que fue secuestrada el lunes en una camioneta de Musa Azar. Pero además, para quienes siguen la línea de Llugdar, ese elemento podría ser incluso una llave.

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