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Domingo, 20 de noviembre de 2011

INTEGRACIóN REGIONAL CON EL EJE ARGENTINA-BRASIL

Unasur como potencia

El libro A+B Alianza Argentina-Brasil, de Alberto Sosa, propone impulsar un proceso estratégico de integración latinoamericana ante el actual reordenamiento de la economía mundial.

 Por Cristian Carrillo

“Tenemos un poder embrionario, pero endógeno, que no es prestado”, afirma el abogado Alberto Sosa, especialista en integración regional, en referencia a las potencialidades que presenta la Unasur. Sosa brindó una entrevista a Cash con motivo del lanzamiento de su libro A+B Alianza Argentina-Brasil. El especialista analiza la integración del Mercosur y la Unasur, las presiones de parte de las corporaciones transnacionales y del gobierno estadounidense para evitar una alianza Argentina-Brasil-Venezuela y la política de sustitución de importaciones. “Los gobiernos hacen lo que pueden, no lo que quieren”, asegura.

En su libro, plantea la necesidad de trazar un eje continental compuesto por Argentina, Brasil y Venezuela. ¿Por qué la resistencia de las corporaciones?

–Dentro de la Unasur hay grupos sociales que aspiran a una integración a través de corredores horizontales. Los corredores bioceánicos son vistos por las corporaciones transnacionales como simples correas de transmisión para trasladar materias primas sin valor agregado. La alternativa, con una integración vertical, entre Caracas, Brasilia y Buenos Aires, es integrar mercados a través de producciones que agreguen valor y generen tecnología y puestos de trabajo.

También hay resistencia encubierta de Estados Unidos.

–Estados Unidos tiene como premisa no permitir que haya otra potencia en las Américas. Pero, por primera vez en mucho tiempo, nuestros países tienen distintas bases de apoyo y anclaje: podemos recostarnos en Estados Unidos, en Europa y en Asia. Pero lo más importante, podemos hacerlo sobre nosotros mismos, la Unasur. Tenemos un poder embrionario, pero endógeno, que no es prestado, es propio.

¿Cómo sería recostarse en la región?

–Lo que propongo es una integración argentino-brasileña. La idea es vincularse en algunos sectores con Brasil, en los cuales no haya un predominio muy claro, para no subordinarse. Actualmente, cuando se negocia con Estados Unidos y la Unión Europea, lo hicieron juntos. Pero con China lo hacemos separados. Eso es un error. Brasil puede optar por el agronegocio o tener un desarrollo industrial subordinado o dependiente de los Estados Unidos. Pero existe una tercera opción, más autónoma, y para ello tiene que asociarse y articularse con otros países de la región.

También existen diferencias bilaterales.

–En las negociaciones se ve que en la parte gubernamental de Brasil y Argentina se trata de limar las asperezas, aunque entre los privados no se percibe esa intención para hacerlo.

En ese sentido, la Argentina juega a mediar entre Brasil y Venezuela.

–Argentina necesita de ambos y también negocia con Venezuela porque necesita balancear el peso de Brasil. Brasil está a favor de la incorporación de Venezuela al Mercosur. El problema es Paraguay, porque apareció Estados Unidos con una billetera muy generosa, con la que cooptó la voluntad del Senado paraguayo. Lugo está a favor, pero el Senado, no.

Muchos empresarios aseguran sentirse intimidados por el modelo venezolano y condicionan el acercamiento de la Argentina. ¿A qué se debe esta actitud?

–Algunos empresarios no son pragmáticos, sino que están bastante colonizados culturalmente. George W. Bush es una persona muy conservadora, sin embargo nunca rompió relaciones con Chávez. Los gobiernos hacen lo que pueden, no lo que quieren. Existen muchos condicionantes.

¿En economías desequilibradas, como la argentina, la aplicación de retenciones al agro es la única manera de financiar el desarrollo industrial?

–Estoy convencido de que es así. La sojización es creciente, destruyendo recursos naturales. Si sacan las retenciones eso se va a profundizar. Es verdad que actualmente Brasil no aplica retenciones a los granos, pero la industrialización en ese país se basó en los derechos de exportación cobrados al café

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Alberto Sosa: “Tenemos un poder embrionario”.
Imagen: Sandra Cartasso

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libro

-“La idea es vincularse en algunos sectores con Brasil, en los cuales no haya un predominio muy claro, para no subordinarse.”

-“Cuando se negocia con Estados Unidos y la Unión Europea, lo hicieron juntos. Pero con China lo hacemos separados. Eso es un error.”

-“En las negociaciones se ve que en la parte gubernamental de Brasil y Argentina se trata de limar las asperezas, aunque entre los privados, no.”

 
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