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Domingo, 16 de septiembre de 2012

EXPANSIóN DE LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS. INVERSIONES Y EMPLEO

Un gran bocado

 Por Federico Kucher

La industria de alimentos creció, con una fuerte creación de empleos desde 2002. Además acumuló importantes saldos comerciales debido al aumento de la demanda de muchos países emergentes, al alza de los precios internacionales de las materias primas y al incremento de la producción para abastecer el mercado interno. Esa expansión requirió de un importante proceso de inversiones para ampliar las plantas.

El complejo alimentario representa una cuarta parte de los trabajadores industriales del país, lo que suma cerca de 360.000 puestos de trabajo registrados. Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), dijo a Cash que “la incorporación de tecnología favoreció el desarrollo de puestos de trabajo con mayor calificación”. Entre 2003-2011, el rubro Alimentos incorporó 100.000 asalariados, lo que la convirtió en la rama industrial que registró la mayor creación de empleo directo en ese período. El crecimiento de la plantilla permitió a los trabajadores de la rama mejorar su poder de negociación.

El sector de los alimentos explicó una tercera parte de las exportaciones totales de Argentina, cuando el año pasado alcanzó unos 27.000 millones de dólares. Los despachos al exterior se cuadruplicaron en los últimos años por la aparición del aceite de soja y sus residuos. Esos dos productos ganaron mucha participación en la matriz exportadora gracias a la expansión del consumo de los mercados emergentes. También se beneficiaron debido a la fuerte suba de los precios internacionales de las materias primas. Unas pocas empresas, como Aceitera General Deheza, Cargill y Molinos, fueron las que concentraron ese negocio, que “puede seguir agregando valor aumentando el procesamiento interno de las oleaginosas, transformando el aceite en biodiésel, incrementando las exportaciones de aceite envasado”, afirmó a Cash el titular de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, Alberto Rodríguez.

La oferta local de alimentos se incrementó 50 por ciento en los últimos nueve años. Las empresas financiaron con créditos bancarios las inversiones para conseguir el aumento de la producción. Eso fue una particularidad de la rama. El financiamiento de los bancos comerciales fue insuficiente para otros sectores manufactureros. Grandes industrias, como la automotriz, no utilizaron préstamos del sistema financiero para aumentar su producción, sino que recurrieron al autofinanciamiento. El resultado en el complejo Alimentos fue que las inversiones se multiplicaron cerca de ocho veces hasta alcanzar un record de 2300 millones de dólares en 2011. Asimismo las ganancias declaradas por los empresarios de la rama se ubicaron en niveles elevados en relación con la convertibilidad, permitiéndoles a distintos rubros que abastecen el mercado interno operar con un margen de rentabilidad que triplicó al del promedio de la economía. Más del 80 por ciento de esos beneficios se concentró en el 6 por ciento de las empresas del sector, lo que posibilita observar las características monopólicas de la industria de los alimentos. Esto último muestra la importancia de aplicar un fuerte control a partir de las políticas públicas para evitar comportamientos abusivos sobre los precios. Además el desafío de la industria de alimentos es aprovechar oportunidades del contexto internacional: desarrollo de mercados emergentes, mejora en los precios, calidad de los productos ofrecidos. El sector tiene un gran potencial. Argentina es uno de los principales productores de alimentos del mundo, mientras que las estimaciones indican que en los próximos diez años se alcanzará una capacidad para alimentar alrededor de 650 millones de personas; hoy son cerca de 400.

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