El gobierno nacional colocó 1416 millones de dólares en títulos públicos a través del Bonar 2024. El ministro de Economía Axel Kicillof manifestó: “Fuimos a buscar 500 millones y las ofertas fueron de 1900, y se terminó aceptando 1416 millones”. Los principales bancos participantes de la operatoria fueron presionados por los fondos buitre con la autorización del juez estadounidense, Thomas Griesa. A pesar de las amenazas del fondo NML de Paul Singer, se estima que alrededor del 95 por ciento de lo colocado fue adquirido por inversores del exterior.

La emisión de la nueva deuda no estuvo sometida a condicionalidades de política económica, ni se recurrió a la intermediación de ninguna entidad financiera. A su vez, se realizó bajo legislación local y sin prórroga de jurisdicción, lo que en la práctica significa un gran avance. Si bien hace unos años era impensado conseguir dinero en el exterior a una tasa de un dígito, la tasa efectiva que se pagó fue de 8,956 por ciento anual es mayor a la que consiguen otros países. Después de la colocación de los Bonar 2024, YPF emitió 1500 millones de dólares en bonos a diez años a una tasa de interés de 8,50 por ciento. Al igual que lo sucedido con los Bonar 2024, la empresa inicialmente buscaba 500 millones de dólares.

Estos dos hechos muestran que la imagen que la Argentina brinda al resto del mundo genera certidumbre y confianza. ¿Por qué inversores extranjeros deberían sentir confianza en el país y en la gestión económica?

Entre los hechos más relevantes se puede mencionar la firma de una veintena de acuerdos de cooperación con Rusia que plantean el interés de aumentar y diversificar el comercio bilateral, con la meta de alcanzar los 5000 millones de dólares en 2016, además de otros acuerdos en el área científico-técnica, militar y en la esfera de la cultura, la educación, el deporte y el turismo. Con China, la economía más importante del mundo, Argentina acaba de suscribir más de 15 acuerdos en materia de infraestructura, minería, energía nuclear, energía renovable, telecomunicaciones y aeroespacial. Además del swap por 11.000 millones de dólares, el cual ya se ejecutó una parte importante.

Por lo ingresado, las reservas internacionales subieron en abril a 32.675 millones de dólares, su mayor nivel desde mediados de noviembre de 2013. Según informó el BCRA, el alza se debe al ingreso de los fondos conseguidos a través de la colocación del BONAR 2014. De esta manera, se alejan las presiones de devaluación.

La defensa de la soberanía que llevó adelante el gobierno nacional respecto del ataque de los fondos buitre es otra muestra de confianza hacia los nuevos inversores. Los tenedores de los nuevos bonos argentinos tienen la seguridad que no serán abandonados a su suerte en caso de que algún juez distrital pretenda perjudicarlos.

La baja en el precio internacional del gas (como consecuencia de la caída mundial del precio del petróleo) hace esperar que la balanza energética vuelva a ser positiva, mejorando la capacidad aún más de hacer frente a esas obligaciones. Como se explicó en el artículo “Déficit fiscal o energético” publicado en el Cash del 1º de marzo pasado, la causa principal déficit comercial es el déficit energético. La solidez del sistema financiero argentino, luego del derrumbe provocado por la crisis del 2001, también es un signo que genera confianza en los inversores.

Estos y otros aspectos generan una certidumbre con respecto a la marcha de la economía. Pero en términos generales, ¿qué significa la confianza en una economía? Es un capital fundamental, ya que incidirá directamente sobre las expectativas, y es sabido que éstas influirán en las conductas de los individuos para tomar decisiones (ganancia esperada, el nivel de precios, la cotización de las acciones y el tipo de cambio, entre otras) y sobre el devenir de la economía en su conjunto.

* Centro de Economía Política Argentina (CEPA).