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Domingo, 10 de septiembre de 2006

EL BAúL DE MANUEL › EL BAUL DE MANUEL

Booth - La línea de pobreza

 Por Manuel Fernández López

Booth

El apellido Booth es más conocido por haberlo portado el asesino de Abraham Lincoln, en 1865. Menos conocido, pero acaso más importante en el mundo actual, fue Charles Booth, nacido en Liverpool en 1840. Este inglés fue propietario naviero y sociólogo, actividades no tan incompatibles como parecería, ya que hay grupos sociales que van viento en popa mientras otros apenas sacan su cabeza fuera del agua o directamente acaban sumergidos. En 1862 entró en sociedad con la compañía Alfred Booth, que comerciaba con el Brasil. Más tarde fue director de Compañía Naviera Booth. Dedicó considerable tiempo y dinero a encuestas sobre los aspectos estadísticos de los problemas sociales. En este enfoque fue, pues, precursor de nuestros Alejandro Bunge y Gino Germani. Condensó sus resultados en la obra Life and Labour (Vida y trabajo [de la gente en Londres], 1891-1903, 9 vols.), dirigida a mostrar “la relación numérica entre la población, la miseria y la depravación con los ingresos regulares y la comodidad comparativa, y a describir las condiciones generales en que vive cada clase”. Tomando la calle como unidad de análisis, construyó una serie de mapas de pobreza, en los que distintos grados de pobreza se representaban por cada calle con distintos tonos de color. Esta obra situó a Booth, junto a Rowntree (Poverty, 1901), como iniciador del estudio científico de la pobreza en el mundo anglosajón. Entre sus colaboradores, contó con Clara Elizabeth Collet, luego especializada en trabajo y remuneración de la mujer. Booth también dedicó interés al ingreso de los ancianos pobres. En 1894 publicó un volumen de estadísticas sobre ese tema, y en 1891 y 1899, trabajos sobre las jubilaciones por vejez, y un plan sobre estas últimas basado en una jubilación universal de 5 chelines por semana para todas las personas de edad, sin tener en cuenta el costo para el Estado. Fue miembro de la Comisión Real sobre Ley de Pobres (Poor Law), de la que tuvo que retirarse por razones de salud, no sin antes dejar importantes recomendaciones, que publicó por separado en Reforma de la Ley de Pobres (1910). En 1904 fue designado consejero privado. Booth se casó en 1871 con Mary Macaulay, nieta de Zachary Macaulay. Ella escribió Charles Booth, una biografía, publicada anónimamente en 1918. Booth falleció en 1916, por lo que esta nota es un homenaje a este científico social poco recordado.

La línea de pobreza

Esta semana el noticiero nos informa de las migraciones de africanos a España, en barcazas rudimentarias, en las que el propio peso de los migrantes acaba por hundirlos en el mar. Por analogía, podemos pensar que los pobres navegan por la vida en ese tipo de barcazas, en las que el peso excesivo los hunde en su condición social. En ese caso el peso corresponde al costo de subsistir: un aumento general en el precio de los artículos de primera necesidad fabrica ipso facto un cierto número de pobres que, sumados a los ya existentes hunde un poco más la barcaza y la sitúa en una condición crítica para seguir a flote. Esta “línea de pobreza”, análoga a la línea de flotación de las embarcaciones, fue introducida por Charles Booth en su Vida y Trabajo, obra iniciada en 1886. Analizando la población londinense, Booth la dividía en ocho categorías, y a cuatro definía como pobres, mientras que a las otras cuatro las calificaba como “arriba de la línea de pobreza”. “Mi pobre –escribía– puede describirse como viviendo en una lucha para obtener las cosas indispensables para vivir y haciendo que ambos objetivos se equiparen, en tanto que los ‘muy pobres’ viven en un estado de insuficiencia crónica. Puede ser que ello sea su propia culpa, pero eso es otra cuestión; mi principal tarea simplemente tiene que ver con cuántos, sea cual fuere el motivo, viven en condiciones de pobreza o de privación.” Booth halló que un 30 por ciento de la población deLondres vivía en tales condiciones, es decir, “debajo de la línea de pobreza”. Aunque iluminadoras fueron las investigaciones de Booth, ellas dejaron sin una definición concreta de la línea de pobreza. En 1899 Seebohm Rowntree hizo una investigación similar sobre la pobreza en York, ciudad que tenía 76 mil habitantes. Lo reducido del área le permitió emprender un análisis más fino del problema de la pobreza y distinguir entre pobreza “primaria” y “secundaria”. La primera implicaba pobreza debida sólo a falta de ingreso suficiente para mantener una familia de tamaño normal en un estado de eficiencia física, aunque todos los recursos disponibles estuviesen racionalmente administrados. La “secundaria”, se debía a gastar una parte del ingreso en bienes distintos a los requeridos para la eficiencia física: a los 20-30 años la gente se casa, a los 30-35 años sus hijos comienzan a percibir ingresos, luego se casan y dejan el hogar, etcétera.

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