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Por Claudio Zlotnik

Es la oportunidad que los financistas esperaban ansiosos desde hace cinco años. Creen que, por primera vez desde 1998, existen chances concretas de un fuerte rally alcista de las acciones. En la city porteña no quieren hablar de boom bursátil, pero los inversores sospechan que se acercan momentos de buenos negocios con los papeles empresarios.
Lo ocurrido con las acciones de la construcción en las últimas sesiones es, para muchos, un adelanto de lo que viene. Los papeles de las compañías de ese sector subieron muy fuerte, no bien Néstor Kirchner quedó como presidente electo y prometió un megaplán de obras públicas. Entre las más emblemáticas, Polledo subió 72 por ciento y Dycasa, el 50 por ciento. ¿Podría extenderse esa reacción al resto del panel? Las acciones de la construcción se convirtieron en el segundo pelotón de fuertes alzas, después de las compañías exportadoras, beneficiadas por la devaluación.
Más allá de las medidas puntuales que tome el nuevo gobierno, y que favorezcan a determinadas empresas o rubros, a los financistas no se les escapa lo sucedido en Brasil. Es una clara muestra del cambio de expectativas políticas y económicas ante la llegada de un nuevo gobierno. Desde que asumió Lula, el pasado 1º de enero, el índice Bovespa avanzó 40 por ciento, en dólares. Un avance que se extiende al 60 por ciento si se añaden los últimos dos meses de 2002, cuando el actual jefe de Estado brasileño fue elegido. Mejor aun que el país vecino, el ciclo económico argentino se encuentra en pleno despegue, con grandes chances de que la expansión sea todavía más importante que la esperada por los inversores.
Una economía en expansión seguramente dará lugar a la revaluación de las acciones. Hay varias compañías que dependen de la evolución del mercado interno. Un aumento sensible del consumo implicaría mayores ganancias para ellas. Las empresas de servicios públicos o directamente ligadas al consumo, como IRSA, la dueña de los shopping centers, serían las que sacarían ventaja.
Pero los operadores también están atentos a las medidas que anuncie el nuevo Gobierno. De ellas dependerá cuál nicho será el que siga los pasos de los jugadores que militan en el equipo de la construcción. Hay varios sectores que esperan novedades, aunque por ahora hubo mucha cautela por parte de las autoridades que asumen esta tarde. Así como las privatizadas aguardan una recomposición de las tarifas, las entidades financieras quieren que Economía ponga punto final a las compensaciones por la eliminación del CER y por los amparos.
En el microcentro se juegan a que desde hoy no sólo empieza otra historia desde lo político-institucional. También creen que, después de un lustro de bajón, llegó el momento de festejar.