espectaculos

Domingo, 24 de diciembre de 2006

LOS CINCUENTA MOMENTOS INOLVIDABLES DE 2006, EN EL TRAJINADO MUNDO DE LA CULTURA POPULAR

Un puñado de imágenes que no se olvidarán

La intención no era establecer un canon sobre lo mejor de la cultura popular sino, apenas, trazar un mapa de situación para observar la sociedad del espectáculo en perspectiva: la encuesta 2006 apunta a recordar qué estuvo resonando en la Argentina, según la opinión de críticos y periodistas. La respuesta no podía ser más heterogénea.

 Por Julián Gorodischer

Ni lo mejor ni lo peor: la encuesta anual a críticos y periodistas culturales rescata esta vez los cincuenta momentos “inolvidables” del espectáculo local e internacional. Conviven desde los tonos imposibles de Iliana Calabró en Cantando por un sueño hasta las presentaciones exquisitas de Andrés Calamaro y Gustavo Cerati; desde el nuevo James Bond (Daniel Craig) feminizado al que las chicas le miran el culo hasta el refinamiento visual de algunas escenas de Tropical Malady (de Apichatpong Weerasethakul) ¿Por qué ensamblar lo mejor y lo peor en un mismo listado de imperdibles? Tal vez se inspire en la obsesión estadounidense (desde el canal E! a la revista Time) por listar éxitos, fracasos, rarezas, excentricidades como una estrategia para autorreconocerse y saber dónde está parado cada uno. Pero si el ritual argentino dicta una portada de revista con los personajes del año, la leve transgresión es no jerarquizarlos según la calidad sino calificarlos según la resonancia; aquí no se leerá un canon consagratorio de algunos ejemplares de la cultura popular sino un recordatorio de infaltables para un inventario de lo que se recordará.

Mike Amigorena recitando en El niño argentino... “Por fifí lascivo y reventadón –justifica el crítico Horacio Bernades– con la lengua llena de veneno y una envidiable capacidad para la rima literaria, el cruce de lenguas y el epigrama lapidario.”

El interior de Martín Caparrós. La crónica dejó de ser un género menor y este recorrido por la Argentina profunda fue uno de los textos más potentes que se editaron durante el año.

Abigail Breslin en el concurso de belleza de Pequeña Miss Sun-shine. “Tiene algo de la familia Simpson, con una visión feroz de los Estados Unidos profundo, con un cierto vislumbre de emoción y redención”, argumenta la curadora Graciela Taquini.

Griselda Siciliani haciéndose la Debu en Sos mi vida. Ya había sido la revelación de Sin código, pero renovó las cartas del triunfo en 2006. “Una boluda total divina, un pan de dios calentón y cogible”, sigue votando Bernades.

Declaraciones cruzadas entre Nicole, Cubero y Nacho: Para la crítica de arte Eva Grinstein “se vio en todos los programas de chimentos. Aparecía el entonces marido de Nicole diciendo algo sobre su ‘pito triste’”.

El playback de Penélope Cruz en Volver. Y mientras –recuerda el productor de TV Pablo Culell– su madre (Carmen Maura) la espía escondida en el auto sin que su hija sepa que está viva.

Carlos Menem echándose insecticida en Yo presidente. Crítica y parodia dejando que el propio entrevistado se hunda en su propio fango.

Iliana Calabró desafinando el tema “Libre”. Blanquea el funcionamiento del estatuto estelar en la Argentina. Para Humberto Tortonese, “es parte de las divas que nos tocan; no podemos aspirar a Hollywood”.

Echarri y Krum se encuentran. Lo hicieron en Montecristo como Santiago y Laura. “Porque rompió los cánones de lo que en teoría exige la TV actual: que pasen cosas”, sintetiza el periodista Emanuel Respighi.

Las nuevas/viejas canciones de Andrés Calamaro en El palacio de las flores. “Vaya un brindis por el nuevo acceso a esas canciones únicas –dice el periodista Javier Aguirre– ahora vestidas con el lustre, la delicadeza y el polen palaciego que fue el trabajo del Salmón con Litto Nebbia.”

El pase de Cucurto. De una editorial alternativa a Planeta. “Literaturas posmodernas populares acaparan el interés de las editoriales grandes”, analiza la periodista Silvina Friera.

Las reediciones y debates por los 30 años del Golpe. Desde la novela La memoria donde ardía y Recuerdos de la muerte, de Miguel Bonasso, hasta A veinte años, Luz, de Elsa Osorio, pusieron el foco en la búsqueda de la identidad y la necesidad de justicia.

Los primeros 62 segundos de El compositor no se detiene. “Su sexto tema del disco El palacio de las flores –eligió el crítico Diego Lerer a Calamaro– y no tengo mucho más para agregar a eso.”

El enviado-payaso al Mundial de Alemania. “Desde bajarse los pantalones hasta disfrazarse, bailar, etcétera. No entiendo bien quién y cuándo les dijo que eran graciosos”, opina el blogger Leandro Zanoni.

Los blogs de poesía. Ejemplificaron el cruce de la literatura con otras disciplinas artísticas. Y hasta un pintor como Alfredo Prior editó su propio libro de relatos.

Castells invadiendo la galería de arte. La protesta, esa vez, se incorporó a los brillos de la Alvear Fashion Week. El conductor Roberto Pettinato agrega otro momento Castells para una crisis de estamentos. “Cuando Castells puso el comedor en Puerto Madero.”

Nazarena y Roviralta. Fue la representación de una cultura del cholulismo cíclico que extingue la novedad de las páginas de chimento: la rubia y el polista... Todo vuelve a empezar.

El boom de jóvenes narradores. Con varias antologías temáticas en marcha de jóvenes narradores, se vuelve relativo aquello de que no era posible iniciarse como escritor a los 20 años.

Publicidad antitabáquica. La cosas por su nombre y con el eje en el fumador pasivo: a toda hora, el bombardeo en contra del humo mejoró el factor creativo.

Las columnas de Quintín y Tomás Abraham en el sitio Bonk. “Fui adicta”, reconoce sobre esos textos la periodista Sylvina Walger.

Las adopciones africanas de las superestrellas. Fue el hobbie consolidado en 2006 después de que Madonna imitara el hábito de los Jolie/Pitt.

Los zapatos de Michael Jackson. Un paparazzo lo cazó in fraganti con los tacos y la blusa y la androginia derivó en un travestismo mal terminado, barrial.

La maldición de los realities de cantantes. Las parejas de Britney y Kevin y Jessica Simpson y Nick Lachey mostraron todo en sendos programas de MTV y la cosa terminó en divorcio escandaloso.

La excitación de Tom Cruise. Aportó temas durante todo el año a las revistas de la farándula: desde la ingesta de placenta hasta el casamiento en castillo italiano. Mientras, sus acciones en el cine en baja.

El aviso de Colbert de la campaña Dueños. “Después del ataque retrooligofrénico, fue una buena manera de reescribir un tópico de la cultura popular de los ’80 dándole un nuevo significado”, dice el periodista Nicolás Artusi.

El aviso del Samba de la campaña Dueños. En la misma línea de revalorización del retro a tono con los tiempos, el comercial fue menos un rescate emotivo que una oda a la asociación libre.

Los aplausos del aviso de la gaseosa. Lo destaca el editor Pablo Perantuono, por ejemplo, “por su rescate emotivo de cierto costumbrismo de clase media, llevado hasta el absurdo sin culpa y con ingenio”.

La cobertura del crimen del country. “Modelos en bikini y country hot. Más bien propagandas de bronceadores que coberturas periodísticas”, critica el semiólogo Rafael Blanco Tasca.

Los Rolling Stones en River. “Fue muy épico verlos después de tantos años en la carretera. Fue la estampa del rock and roll”, define el periodista Eduardo Fabregat.

La vuelta del look rolinga. El corolario esperado de la visita: flequillos, tattoos y remeras cambiaron el paisaje urbano no sólo durante la estadía sino como un revival que sigue durando.

El show de Cerati en Obras. “Rockeó, levantó a la gente sólo con temas del disco Ahí vamos. Y ahí nadie gritó: volveremos a ver a Soda”, dice el periodista Roque Casciero.

La aparición de “el hijo”. Este año explotó Migue García y muchos hablaron de parecidos y diferencias con el ídolo. Los críticos coinciden: cobra vuelo propio.

El boom Adrián Paenza. “Vende un tema invendible: logra introducirte en lo que asociábamos al bodrio del secundario. Se entiende todo lo que dice”, resume el investigador Juan Pablo Galeotti.

Encuentro de hombre y tigre en Tropical Malady. Cuando uno de los protagonistas se topa ante el animal en medio de la selva surgen imágenes de “misterio y belleza”, coinciden los críticos consultados.

La historia divulgada de Felipe Pigna. Se sobrepuso a la acusación de plagio y mantuvo el interés por sus best sellers y por el programa Algo habrán hecho. Otro síntoma de cómo se revisita con otra actitud las materias del colegio.

“El tema del verano”, en el comercial de CTI. Sobre el final del año, el aviso del celular sorprende con una narración ajustada sobre el poder de los hits y se vuelve imperdible.

Todos hablando de El Código Da Vinci. Más que la película en sí, se destacó la conversación alrededor, el copamiento de salas que motiva a los directores locales a reclamar “una intervención urgente ahí”.

Todos filmando versiones de El Código Da Vinci. El estreno masivo del año inspiró a una legión de versiones porno, con su exponente más notorio en The Da Vinci Hole, que llevaron al crítico español Lucas Soler a teorizar sobre el género de las sex remakes.

El nuevo James Bond feminizado. Las chicas le miran la cola y él sale en malla de las aguas como antes se reservaba a la chica Bond. Daniel Craig le cambió la cara al 007.

Tortonese pasando revista. Filtró el chisme sexual apócrifo en el horario familiar y cambió los temas de conversación a la hora de la cena, además de refundar como conductora a la ex cándida Mariana Fabbiani.

Hablando de countries. En la ficción de Cara de queso (cine), Amas de casa desesperadas (TV), Las viudas de los jueves (libros), el country y el barrio cerrado, sus miserias y misterios, fueron “el tema”.

Lola Copacabana y Cielo Latini escriben sobre su vida. Fueron los casos que encabezaron el pasaje del blog íntimo al libro y batieron records de venta contando la anorexia o la vida sexual.

Los Coleman abrieron puertas. La casa/estudio de Claudio Tolcachir se dedicó a las funciones de La omisión de la familia Coleman y pautó la tendencia que se expandió en todo Abasto y Almagro.

El look en Casados con hijos: menos calcado del original que en La niñera, jugando con pelucas, mamelucos o camisas de tres talles más grandes: entre lo mejor de una sitcom que superó a su primera temporada.

Costumbres argentinas en Second Life. Cuando apareció el primer mate y la primera parrilla se hizo popular e incrementó el número de afiliados locales a vivir su propia experiencia virtual. ¿Cuándo llegará el primer recital, como el que ya dio U2, de un músico argento?

Familias judías mal constituidas. La disfuncional de Judíos en el espacio, la endogámica y colectiva de Cara de queso, la disgregada de Derecho de familia: el judaísmo fue una constante en los estrenos recientes del cine argentino.

Edgar cómplice de Pettinato. Recuperó junto al Mini de Duro de domar el morbo de la feria de excéntricos circenses, resonando sin dar la cara y como interlocutor mudo ideal para el monólogo extendido.

Clonación de programas de panel. Es la especie que nunca se extingue, y que este año recrudeció tras el buen rating de Duro de domar a la 1 de la mañana. Desde Acoso textual a Bendita TV, fue el género multitarget.

Rodrigo Noya pescandoal nazi patagónico. Sólo fue una escena para una performance a la que los críticos de TV consultados calificaron como ‘impecable’. De la frase ¿No es sospechoso? a la difusión masiva del pensamiento hipotético deductivo: una consagración.

Elizabeth Vernaci pasando noticias. Junto a Roberto Pettinato –dice– cambiaron la dinámica radial de la primera mañana. Junto a Tortonese, fueron una dupla irresistible.

Votaron: Roberto Pettinato (conductor), Graciela Taquini (curadora), Pablo Culell (productor), Diego Lerer (crítico), Horacio Bernades (crítico), Rafael Blanco Tasca (semiólogo), Karin Idelson (crítica), Sylvina Walger (periodista), Pablo Perantuono (periodista), Eduardo Fabregat (periodista), Silvina Friera (periodista), Emanuel Respighi (periodista), Cynthia Kweller (productora), Cecilia Sosa (periodista), Javier Aguirre (periodista), Juan Pablo Galeotti (investigador), Leandro Zanoni (periodista), Eva Grinstein (curadora), Nicolás Artusi (periodista), Lila Luchessi (investigadora), Roque Casciero (periodista).

Compartir: 

Twitter

Iliana Calabró, la diva que nos tocó en suerte en 2006.
 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.