”¿A quién le cantás? Uno generalmente le canta a su paisaje. En el norte, somos una única gran región: Salta, Tucumán, Catamarca, Jujuy y Santiago tenemos los mismos colores, las mismas comidas, la misma gente, los mismos paisajes. A veces queda fiero que lo diga, pero el mejor aplauso es el del norte, porque le estás cantando a ellos, estás representando el lugar de donde sos”. La reflexión es del compositor, arreglador y cantor tucumano Lucho Hoyos y se desprende de la pregunta sobre sus escasas visitas a Buenos Aires. Si bien no es tan conocido en la gran urbe, su obra circula en bocas y guitarras de músicos que lo admiran y lo toman como referente. Juan Falú, Manu Sija, Topo Encinar y Juan Quintero, por nombrar algunos. “De chango, pasé dos meses en Buenos Aires, pero no me lo banqué. Mi vida transcurre con un ritmo que tiene otro reloj, no anda apurado”, dice este hombre de rulos rebeldes. Hoyos vive en San Miguel de Tucumán, tiene once discos editados y treinta años de trayectoria. Ahora se encuentra en Buenos Aires para realizar un ciclo todos los martes de noviembre a las 21.30 en Espacio de Tucumán (Suipacha 140), con invitados como Juan Quintero, Liliana Herrero, Franco Luciani y Manu Sija.
Si bien acaba de editar un disco con banda –Juntarnos–, el ciclo será una oportunidad para repasar todo su repertorio, solo con su guitarra. Sin embargo, no faltará en cada concierto la canción que da nombre al disco, “Juntarnos”, que fue elegida por la provincia de Tucumán como canción oficial del Bicentenario de la Declaración de la Independencia. “Surgió hace siete años durante un conflicto docente, en un acto. Me hice la película que iba a ir mucha gente, pero no fue nadie. Me volví a mi casa con una gran desazón. Y a la noche la compuse de un tirón”, recuerda Hoyos sobre su pequeño himno. “Creo que desde 1816 que venimos con el mismo quilombo: no empujar todos por una misma causa. El gran desafío es juntarnos primero adentro de uno. No hay nada más importante para el ser humano que encontrarte con tu eje, resolver tu problema interior y poder partir para afuera. Si yo revoluciono mi vida, puedo cambiar todo”. Además de composiciones propias, el disco revisita a autores como el Cuchi Leguizamón (“El avenido”), Pepe Núñez (“El manco Arana”), Néstor Soria y Rubén Cruz (“Don Comegente”), Atahualpa Yupanqui (“Indicito dormido”) y Carlos Carabajal y Onofre Paz (“Para los ojos más bellos”); todo atravesado por la impronta eléctrica y contemporánea de Hoyos. “En mis discos, suelo incluir a autores tucumanos y a los grandes poetas y músicos que me rodean, como el Cuchi y Yupanqui”, cuenta Hoyos, quien trazó un vínculo afectivo y musical con artistas de otras especies, como Divididos, Javier Ruibal y Serrat.
–¿Cómo se para ante cada versión?
–Siempre busco una lectura personal en cada canción. Salvo íconos como Raúl Carnota o Chango Farías Gómez, tengo la teoría que el folklore ha evolucionado en los últimos veinte años. Antes había un concepto estático del folklore. Desde mis inicios, quise aportar mi impronta.