futuro

Sábado, 18 de diciembre de 2004

ASTRONOMIA: PROXIMA VISITA DEL COMETA 2004 Q2

A ojo desnudo

 Por Mariano Ribas

Un nuevo y prometedor peregrino de los cielos se suma a una extraordinaria racha astronómica, que convierte a 2004 en un año record en materia de cometas brillantes. En abril y mayo tuvimos la doble aparición del 2002 T7 (Linear) y el 2001 Q4 (NEAT). Al mismo tiempo, el 2004 F4 (Bradfield) ofrecía un breve show en el Hemisferio Norte. Y en julio, el 2003 K4 (Linear) pudo verse, tímidamente, a ojo desnudo. Ahora es el turno del cometa 2004 Q2 (Machholz), que desde hace meses viene ganando brillo a paso firme, a medida que se acerca a la Tierra. Al parecer, el Machholz será la principal atracción celeste de las semanas por venir.
Una vez más, el cometa del momento fue descubierto por un astrónomo amateur. El 27 de agosto, y con la ayuda de un viejo telescopio, el norteamericano Donald Machholz detectó un débil manchón de luz en el cielo de la madrugada. Era el décimo cometa de su larga carrera. Poco más tarde, los cálculos revelaron que el mazacote de roca y hielo, proveniente de los confines del Sistema Solar, se acercaría a la Tierra a principios de enero de 2005. Y que unas semanas más tarde llegaría al perihelio (su punto más cercano al Sol). Los expertos sospechaban que el nuevo trofeo de Machholz alcanzaría el preciado status de “visible a ojo desnudo”. Y no se equivocaron.
Ahora, el cometa está recorriendo la constelación de Eridano, ubicada al Oeste (izquier-da, para nosotros) de su vecina, Orión. Y en lugares alejados de las ciudades, ya se lo ve a simple vista en torno de la medianoche. Hay que buscarlo en la parte alta del cielo, mirando hacia el Norte. Durante los últimos días del año, el Machholz aparecerá unos 25 grados al Oeste de las famosas “Tres Marías”. Pero su mejor momento será a comienzos de 2005: el 5 de enero pasará a sólo 51 millones de kilómetros de la Tierra (un tercio de la distancia al Sol). Entonces, alcanzaría una magnitud visual de 3, lo que en buen criollo significa que sería fácilmente observable sin instrumentos, sobre todo en zonas no urbanizadas. Para agendar: en las primeras horas de las noches del 6 al 8 de enero lo veremos al lado de “Las Pléyades”, el cúmulo de estrellas más famoso. Una vista imperdible, especialmente con binoculares, que nos revelará la fantasmal cola del cometa. Finalmente, hacia fines de enero, el Machholz desaparecerá de los cielos argentinos (en el Hemisferio Norte, seguirán viéndolo un tiempo más). Sería el final de esta inusual caravana de vistosos cometas, que últimamente se han paseado alegremente por los cielos de la Tierra... salvo que aparezca otro, claro.

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