futuro

Sábado, 23 de agosto de 2003

HISTORICO ACERCAMIENTO DEL PLANETA ROJO

¡Marte a la vista!

Por Mariano Ribas

La cuenta regresiva ya ha comenzado: en apenas cuatro días, Marte y la Tierra protagonizarán su encuentro más cercano en miles y miles de años. Es un evento astronómico extraordinario, una oportunidad imperdible para observar al legendario planeta rojo. Incluso a simple vista. Por eso, y desde hace varias semanas, la mayoría de los telescopios del mundo parecen haber firmado un “contrato de exclusividad” con Marte. Y todas las revistas especializadas (y sitios de Internet) reflejan la desbordante euforia que están viviendo todos los astrónomos del mundo. La fiebre marciana se ha desatado. Y es muy contagiosa. A continuación, Futuro presenta las claves de este histórico acercamiento entre dos mundos hermanos.

Encuentros planetarios
La espectacular cita con Marte es el resultado de un precioso juego de geometría planetaria. Veamos: cada dos años y dos meses, la Tierra y Marte se ubican del mismo lado del Sol, formando, entre los tres, una línea pasablemente recta. Esos encuentros, relativamente cercanos, se llaman “oposiciones” (porque vistos desde aquí, nuestra estrella y el planeta rojo ocupan lugares diametralmente opuestos en el cielo). Todo sería muy simple, y también muy aburrido, si las órbitas fuesen perfectamente circulares. En ese caso, la distancia entre la Tierra y Marte en cada oposición sería siempre igual. Pero Kepler nos salvó de esa rutina, cuando descubrió que las órbitas no son redondas sino elípticas. En el caso de la órbita terrestre, la elipse apenas se aparta del círculo. Pero la órbita marciana, que es más grande y la rodea, es mucho más ovalada. Y por eso mismo, las distancias en las oposiciones Tierra-Marte varían notablemente. A veces son de 100 millones de kilómetros; otras veces, 80 o 70 millones de kilómetros. Pero en ciertos casos (los menos) Marte y la Tierra se encuentran a sólo 56 millones de kilómetros: ésa es la menor distancia posible entre ambos. De todos modos, dentro de esa cifra general, hay ligeros matices. Y por ahí viene esta rojiza historia.

Oposiciones perihelicas
Esas oposiciones tan favorables sólo se dan cada 15 o 17 años. Y se llaman “perihélicas”, porque coinciden (aproximadamente) con el perihelio marciano, es decir, el punto de mayor cercanía entre el planeta rojo y el Sol. Y como la Tierra se ubica entre ambos, también se achica la brecha entre Marte y nosotros. Por lo tanto, las oposiciones perihélicas son ideales para mirarlo con telescopios: al estar más cerca, el planeta se ve más grande y luminoso. Y así es posible observar, en toda su gloria, sus casquetes polares, sus marcas superficiales, sus nubes y tormentas de polvo e incluso a Fobos y Deimos, las dos minúsculas lunas marcianas. A simple vista, el espectáculo también vale la pena: lo que normalmente es un tímido punto de luz anaranjada, se convierte en un astro brillantísimo. Eso es exactamente lo que está pasando ahora, cuando falta poquísimo para la próxima oposición perihélica de Marte. La histórica.

El “Dia D” marciano
Pero para hablar de un record histórico hay que recurrir a cifras muy precisas. Y sobre este punto crucial encontramos una notable coincidencia de datos entre dos de las fuentes especializadas más confiables del mundo: el MICA, un programa de computación utilizado por el Observatorio Naval de los Estados Unidos; y DE406, las efemérides planetarias del Jet Propulsion Laboratory de la NASA (responsable de las memorables misiones espaciales Viking y Voyager, entre otras). He aquí los números: el miércoles 27 de agosto a las 9.51 hora universal (6.51 hora argentina), Marte estará exactamente a 55.758.006 kilómetros de la Tierra. Será el momento culminante del actual acercamiento.
Ahora bien, revisando tablas astronómicas, queda muy claro que esta marca supera, por decenas o cientos de miles de kilómetros, a las tres oposiciones perihélicas anteriores (1988, 1971 y 1956). Y también, aunque por un pelo, a las de 1924, 1845 y 1766, las mejores de los últimos tres siglos. Y podemos remontarnos mucho más atrás en el tiempo, tal como lo demuestra un estudio publicado en Sky & Telescope, la revista de astronomía más importante del mundo (que, dicho sea de paso, ha dedicado sus últimas tres tapas a Marte, y no por casualidad). Se trata de un trabajo realizado por el italiano Aldo Vitagliano, de la Universidad de Nápoles, un experto en informática aplicada a cálculos de mecánica celeste. El año pasado, Vitagliano cargó montones de datos en una velocísima computadora, y la dejó trabajando durante tres horas. Finalmente, la máquina dio su veredicto: la última vez que Marte estuvo tan cerca fue en el año 57.617 antes de Cristo. En síntesis: estrictamente hablando (porque las diferencias son ínfimas con respecto a otros episodios previos), el inminente encuentro entre los dos planetas es el mejor en casi 60 mil años. Ni más, ni menos.

Marte en el cielo
Después de respirar un poco, la pregunta sale sola: ¿cuándo volverá a ocurrir algo así? Según parece, el 28 de agosto de 2287. No son 60 mil años, claro, pero difícilmente alguno de nosotros esté aquí para presenciarlo. Así que la conclusión es obvia: ésta es la mejor oportunidad de nuestras vidas para mirar a Marte. Y no hace falta esperar hasta el miércoles; puede ser hoy mismo, o mañana. En realidad, hace varias semanas que el planeta rojo se ha convertido en una súper atracción celeste. Y seguirá viéndose muy bien durante varias semanas más. Ubicarlo en el cielo es facilísimo: en estos días, Marte asoma por el Este luego de la puesta del Sol (ver gráfico). A las 22.00, ya alcanza una altura de 40º sobre el horizonte. Y hacia la medianoche, se trepa a la parte más alta del cielo. Es imposible confundirlo porque parece una desafiante antorcha anaranjada, más brillante que cualquier otra cosa en todo el cielo nocturno, salvo la Luna.
Mientras que cuatro naves espaciales corren a su encuentro (ver “Invasión a Marte”, Futuro 28/6/03), Marte está haciendo las delicias de todos los astrónomos profesionales y aficionados del mundo. Y en los próximos días se les sumarán enormes legiones de observadores ocasionales, todos contagiados por la irresistible fiebre marciana. Esa fiebre que llevará a muchos a madrugar dentro de unos días, para mirar al planeta rojo en el preciso instante de la mínima distancia histórica. Aparecerá recostado en el cielo del Oeste, a baja altura, y luego de una larga noche. Y no importará saber que, en ese momento, el aspecto del planeta será prácticamente idéntico al de hoy, o al del próximo sábado. Las 6.51 del miércoles 27 de agosto de 2003 serán el momento. Entonces, exactamente entonces, Marte estará más cerca que nunca.

Dónde observar marte

Con motivo del excepcional acercamiento del planeta rojo a la Tierra, el martes 26 y el miércoles 27 de agosto, el Planetario Galileo Galilei de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad ofrece un programa especial a partir de las 19: audiovisuales, charlas explicativas a cargo de astrónomos, visitas guiadas y observaciones a través de telescopios. Entrada libre y gratuita. Las actividades se suspenden si está nublado.

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