futuro

Viernes, 6 de junio de 2003

FINAL DE JUEGO

Donde se habla de Prigogine y se propone un enigma ofídico

 Por Leonardo Moledo

 

–La semana pasada murió Prigogine –dijo Kuhn–. Querría compartir la tristeza con nuestros lectores.
–Yo también –dijo el Comisario Inspector–, aunque nunca tuve mucha simpatía por Prigogine. Naturalmente, hizo trabajos muy importantes en química (que le valieron el Premio Nobel 1977), pero no es verdad que haya dado un “giro copernicano” a nada. Más bien, diría que se puso al servicio de toda la seudoepistemología posmoderna, cada vez más y más, hasta convertirse en una especie de científico mediático.
–Es verdad que los posmodernos lo citan en exceso –dijo Kuhn– y muchas veces sin justificación.
–Y, lo que es más grave, sin entender muy bien los procesos de los que él hablaba. Por su parte, el propio Prigogine eligió la oscuridad: sus libros funcionaban con una técnica que me parece, por lo menos, dudosa, capítulos puramente científicos e incomprensibles, y supuestas “aplicaciones a la sociología” basados en aquéllos. De alguna manera, Prigogine se construyó a sí mismo. Ataques contra la “ciencia dominante”, etc. Y claro, los posmodernos se precipitaban a morder el anzuelo.
–A propósito –dijo Kuhn–. Qué agresivo el ataque de Sergio Caletti que aparece en la nota "Sobre la guerra de las ciencias y el grandote del barrio", ¿no?
–Sí –dijo el Comisario Inspector–. Probablemente, el sábado que viene alguien le responda.
–Bueno –dijo el Comisario Inspector–. Veamos cómo se construyen los mitos. Una vez el capitán Dagendorff se vio rodeado, en su barco, por una horda, o mejor, un cardumen de serpientes marinas, muchas de las cuales eran ciegas. “Era horripilante –dijo el Capitán por televisión–. Tres no podían ver con los ojos a estribor y tres no veían nada a babor. Tres podían ver a estribor, tres a babor; tres podían ver tanto a estribor como a babor, en tanto que otras tres tenían ambos ojos arruinados. No sé cómo sobreviví.” Pero resultó que un grumete había filmado la situación, negó el relato y redujo el número de serpientes al mínimo posible. ¿Cuántas serpientes tenía ese cardumen?

¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuántas serpientes había? ¿Y qué piensan de la columna de de Sergio Caletti?

Correo de lectores

Respuesta al enigma
Estimados Señores:
Tengo una duda acerca del enigma planteado por el Comisario Inspector. La respuesta del segundo campesino, ante la pregunta de Durero, ¿no debería ser “La mitad de la distancia que hay hasta Tenteldorf” en lugar de “La mitad de la distancia que hay hasta Intenteldorf”?
Cordiales saludos
Mario Capra
P.D.: De ser así, la resolución del enigma es 42 km.

“Di tu palabra y rómpete”
El Grillo de Papel y (cuando fue prohibida por ya no me acuerdo qué taquero energúmeno) El Escarabajo de Oro decían en su portada “Di tu verdad y rómpete”. En cuanto al viaje de Durero, me voy a tirar un lance. De Tentel a Intentel hay 28 km. Porque el primer campesino estaba equivocado en calcular la distancia, si no cuando Durero encuentra al segundo ya hubiese arribado a destino. Un abrazo y gracias por haber enriquecido mis conocimientos, a pesar de todo.
Adolfo Valerga

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