Provista de una pizarra de investigación y de bocetos con apariencia de muñecas de papel para intercambiar prendas deportivas para el uso cotidiano, una bitácora que reúne rescates de libros de botánica que pertenecieron a su madre, una lista de compras en mercados orgánicos plus diversas ilustraciones de especies botánicas y cuya portada enuncia “Retrato del Carácter: la sinceridad es la fuente de toda genialidad”, la joven diseñadora Paula Gómez Kempel (nacida en Entre Ríos, con estudios en la Universidad de Buenos de Aires y un peinado con torzadas oscilantes como único maquillaje de su rostro) se refirió ante el jurado integrado por  Alejandro Ogando, de la firma Santana textiles, Julieta Puhl del Observatorio de tendencias del INTI y esta cronista acerca de sus desarrollos para  la primera edición del Concurso Vitnik.

La diseñadora Valeria Pesqueira, una de las mentoras y guías de diseño durante los dos meses en que los tres propuestas seleccionadas entre 250 trabajos llevaron sus premisas del marco teórico a la producción, observaba la ponencia y comentaría ante el jurado la evolución de la diseñadora luego de las sesiones con ella pero también con las diseñadoras Belén Amigo y Romina Cardillo –coequipers  y cómplices en la mentoría–. La escena transcurrió el 12 de noviembre en una casa de la ciudad de Córdoba devenida laboratorio de moda. Tras la ponencia de Paula, los diseñadores Ariel Barbero y Matías Cabrera exhibieron sus storyboards ya con proyector o con paneles estáticos. Mientras que Barbero presentó los fundamentos de “Club” (así se denomina su colección cápsula inspirada en los comienzos del diseño deportivo y los extravagantes atuendos de la tenista inglesa Suzanne Lenglen, algunos de ellos realizados a medida por Jeanne Patou), desde “Urbana” Matías Cabrera rescató usos citadinos de la ropa deportiva, de vestidos con apariencia de buzos a joggings y remeras con estampas que aluden a cartografías de la ciudad: su premisa fue el uso de siluetas transformables y las superposiciones. Corresponde destacar que Vitnik es una empresa major de ropa deportiva que adhiere a la modalidad de venta por catálogo y que el certamen fue ideado por la gestora de diseño y docente Constanza Cubas, haciéndose eco del furor actual de la moda deportiva y sus nuevos usos en la indumentaria cotidiana.  

El concurso de moda con formato reality –pues las cámaras de fotos y de video parecían no apagarse nunca– concluyó esa noche y en la locación de un gimnasio con vistas a las sierras cordobesas. Allí, los tres finalistas llevaron a la pasarela sus colecciones. Mientras que la de Paula Gómez remitió a un jogging cruza con mono en color crudo con buena realización, musculosas y shorts en paleta ídem, camperas cortas y largas con estampas de flores, una mochila de canvas concebida para portar gramíneas, Ariel Barbero, el favorito de la audiencia cordobesa, cautivó con su vestido de tenista con tablas y cuello polo con rayas naranjas, un short y un buzo que replicaban las siglas de la firma en versión patchwork y también un símil guardapolvo cruza con bata azulina como  complemento de leggings.

El veredicto del jurado se inclinó hacia Mímesis, la colección de Gómez Kempel, por hacerse eco de los conceptos de identidad, innovación y ser apta  para el desarrollo comercial de una firma mainstream. La joven diseñadora recibió además de un cheque de cincuenta mil pesos, la posibilidad de desarrollar las prendas para que sean comercializadas bajo la etiqueta “Generación Vitnik por Paula Gómez Kempel”, aunque no se descartó que  también pudieran realizarse algunos desarrollos de los diseños fetiche de los demás participantes.

La firma lanzó la convocatoria para 2016 y la segunda edición del certamen desde generacionvitnik.com