las12

Viernes, 26 de mayo de 2006

DEPORTE

La puerta para ir a jugar

La forma en que se ignora sistemáticamente a Paola Suárez, tenista de primer nivel en el mundo, a la hora de hacer crónicas deportivas es un ejemplo de la postergación de las mujeres en la integración a los circuitos deportivos, no sólo en el alto rendimiento, sino también en su rol socializador. Una conferencia internacional en Japón se reunió especialmente para buscar modos de revertir esta situación.

 Por Sonia Santoro

Setecientas personas de cien países diferentes se juntaron del 11 al 14 de mayo en Kumamoto, Japón, en la Conferencia Mundial 2006 sobre las Mujeres y el Deporte. Es la cuarta que se hace en el mundo desde 1994, después de que alguien notó que no había igualdad de condiciones entre niñas y niños, mujeres y varones, al momento de practicar deportes y decidió intentar cambiarlo. Por primera vez, la Argentina participó presentando políticas públicas de un área incipiente dentro de la Secretaría de Deporte de la Nación, el Area Mujer, a cargo de la ex atleta Marta Antúnez.

“El deporte como actividad social, educativa y de inclusión e integración de la población es una herramienta importante para el logro del empoderamiento de mujeres, niñas y adolescentes en todos los terrenos sociales y culturales, y es el campo en el cual éstas tienen más dificultades a la hora de incorporarse, ya que, por una parte el deporte que se ve en los medios es aquel en el que los éxitos acompañan a los deportistas y pocas mujeres acceden a él, y por otra parte los estereotipos reinantes en nuestro país hacen que las mujeres queden invisibilizadas, y hasta menospreciadas al momento de acercase a alguna práctica deportiva. Desde el área he tratado de que estos factores queden expuestos a las miradas de dirigentes y organizaciones a fin de generar acciones para que más mujeres sean incluidas en los desarrollos de actividades específicas”, dice Antúnez.

La Argentina fue, junto con Puerto Rico y España, uno de los pocos países que presentará políticas públicas. Desde la creación del Area Mujer, Antúnez ha trabajado en el tema, apoyada por el actual secretario de Deporte, Claudio Morresi. Antunez presentó un afiche con las gestiones. La última fue la creación, en diciembre último, del primer Consejo Nacional del Deporte y las Mujeres, formado por deportistas, funcionarias y funcionarios vinculados con el deporte, y personas interesadas en “construir una cultura de equidad entre los géneros” también en lo deportivo.

La Conferencia es organizada bajo los auspicios del Grupo de Trabajo Internacional sobre las Mujeres y el Deporte (GTI), junto con los gobiernos locales de la ciudad de Kumamoto y la prefectura de Kumamoto, el Comité Olímpico Japonés (JOC), y la Asociación Japonesa para las Mujeres en el Deporte (JWS). Y sigue las celebradas en Brighton, Reino Unido (1994), Windhoek, Namibia (1998) y Montreal, Canadá (2002). La preocupación sobre estos temas empezó a principios de los ’90 “cuando los países escandinavos pensaron en hacer una conferencia europea sobre la mujer y el deporte porque veían que algunas mujeres eran gerentes deportivas en sus países pero se daban cuenta de que a las reuniones que iban había 2 mil hombres y 3 mujeres. Y decidieron hacer algo”, explica Yacine Kabbage, secretaria general del Grupo de Trabajo Internacional Mujer y Deporte. Algunos hitos de la historia reciente del movimiento internacional de la mujer en el deporte han sido: la Primera Conferencia Mundial en Brighton, porque marcó el comienzo de una iniciativa internacional por luchar contra la discriminación de las mujeres que participan y se interesan por estas cuestiones. De allí surgió el Grupo de Trabajo Internacional sobre la Mujer y el Deporte (GTI), encargado de supervisar la “estrategia internacional para el deporte femenino”. Se ha logrado la inclusión del deporte como derecho humano en distintas convenciones y conferencias internacionales que bregan por la igualdad de la mujer: en la Conferencia Internacional Sobre Población (El Cairo, 1994), en la “plataforma para la acción” resultado de la IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Pekín en 1995, en Beijing +5 en 2000, y en la Comisión sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (Cedaw). Además, el tema ha empezado a formar parte de la agenda de los principales organismos deportivos internacionales.

Desde aquella primera conferencia, algunas cosas cambiaron. “Mejoró la situación, ha habido muchos progresos. Ahora está de moda apoyar a la mujer en el deporte”, dice Kabbage, por lo menos al nivel de las políticas macro. Las dificultades siguen apareciendo al momento de bajar esas líneas de acción a la actividad cotidiana de las nenas y mujeres que quieren practicar deporte. “En el deporte de elite, de competencia, se ve la mejoría en el mundo. Canadá viaja a los Juegos Olímpicos con más mujeres que varones, pero eso no dice nada de cómo participan el resto de los países. En la Argentina no sólo hay poco deporte representativo a ese nivel... lo más importante no es quién está en el alto rendimiento, es cómo llegan ahí, por qué no llegan, por qué las mujeres no deciden hacer deporte, por qué no hay nenas que practiquen, porque si el deporte es un derecho de todos, las mujeres tienen menos torneos, menos organizaciones que se ocupen de ellas y así”, apunta Antúnez.

Los medios de comunicación tampoco aportan una mirada abierta a la cuestión. Según datos de la Fundación para el Deporte Femenino en Estados Unidos, las mujeres deportistas reciben aproximadamente entre el 6 y 8 por ciento de toda la cobertura periodística cuando representan entre el 38 y 42 por ciento del total de participantes en el deporte y la actividad física. Más allá de que el tipo de notas que se publican en general destacan los elementos “de color” antes que la profesionalidad o el buen trabajo de las deportistas.

Estos y otros temas fueron tratados en la conferencia en forma de talleres. Algunos fueron: cómo empoderar sobre todo a las niñas a través del deporte, o la diversidad y la mujer y el deporte (“por ejemplo, las musulmanas con limitaciones por la religión, las mujeres con discapacidades físicas, las mujeres de color”, dice Kabbage). Hubo un taller específico para las mujeres maduras y el ejercicio para la salud. También se trató el deporte en relación con la paz (“por ejemplo, en Sri Lanka, después del tsunami ha habido muchas mujeres que en campos de sin hogares utilizaron el deporte, la actividad física, los juegos para que los niños se sintieran mejor y para olvidar la catástrofe, es la idea de que el deporte puede ser un vehículo para el desarrollo y la paz”).

Participaron muchos gerentes en administración deportiva, académica, representantes de los comités olímpicos, de los gobiernos y de ONG, tanto mujeres como varones. “La mayoría son mujeres, pero para nosotros es muy importante que también haya hombres, porque para cambiar las cosas se necesita el apoyo de los dos sexos”, apunta Kabbage.

Compartir: 

Twitter

 
LAS12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.