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Viernes, 12 de diciembre de 2008

MUSICA

Contagiosa

Ungida por la necesidad de transmitir sensaciones propias, Paula Meijide presenta su segundo material, La Reunión, con una mirada holística y femenina sobre las relaciones universales. Ex voz de Entre Ríos, la cantante explica cómo fue el pasaje del jazz al pop nutrido.

 Por Guadalupe Treibel

Al parecer, la firma energética de Paula Meijide tiene como denominador al dragón rojo, de la escala Kin Maya. O, al menos, eso dice su MySpace (www.myspace.com/paulameijide). Así, desde el vamos, la solista anuncia cierto misticismo natural que completa cuando cuenta que el año pasado hizo un curso con Myriam Wigutov (de profesión, bruja), una “sacerdotisa de la Diosa” que explora la relación de lo femenino para hacerlo consciente y quitarle el descrédito que padeció por años de patriarcado. Le da rango sagrado y nutre los valores creativos de la Energía Femenina, así nomás.

Su lugar en la música la ha hecho heredera de esta necesidad de armarse. “Hay menos tradición de la mujer en el rock. Si sos mujer y ¡encima! solista, te exigen más, para ver si realmente está bueno lo que hacés”, explica la otrora voz de Entre Ríos, la banda que escindió el pop y le agregó altas dosis de electrónica para la prosperidad. Es que, según la artista, el patriarcado en la música es una realidad. “Pero está en nosotras cambiarlo”, aclara, optimista.

“Es la historia occidental del cristianismo, el paradigma masculino productivo. Hay un libro muy bueno, de Jean Shinoda Bolen, llamado Mensaje Urgente a las Mujeres, donde dice que hasta que nosotras no aceleremos el cambio, el cambio no va a ocurrir. No se trata de imponer un feminismo sino un reconocimiento hacia la mujer para que su camino sea más sencillo”, asegura la concienzuda Paula.

Después, entre bandas, menciona influencias y pasa por Janis Joplin, las jazzísticas Ella Fitzgerald, Carmen McRae hasta llegar a Billie Holiday; se entera que la voz con gardenia en el tocado limpiaba prostíbulos para usar su tocadiscos apenas de niña, que –ya de grande– muchos lugares no la dejaban cantar por ser negra. “¿¡De qué me quejo yo entonces!?”, bromea frente a las anécdotas.

Dueña de una voz suave, dulce, bien puesta, Meijide agarró la guitarra por primera vez a los ocho años, cuando rescató el instrumento familiar del placard de la casa. Entonces papá dibujante (Meiji, de revista Humor) y mamá pediatra decidieron mandarla a profesor. “En mi casa, siempre sonaba música. Mis viejos escuchaban LPs de Los Beatles, los Rolling Stones, Carpenters... ¡Después los empecé a poner sola!”, dice sobre ese primer contacto. Después fueron los campamentos y ¡fogonazo! Post-secundario pasó por Bellas Artes y probó un año, pero dejó. “Quería hacer música”, recuerda –convencida– Meijide.

Primero, la militancia fue desde el jazz, a los 20 años. “Me fascinó. En el ‘97, empecé a ir a un bar donde tocaba un grupo fijo miércoles y jueves. Me enganché con ellos y estuvimos juntos tres años haciendo standars”, relata. Pero aclara: “Igual, nunca dejé de componer”.

Su primer disco, “Paula Meijide” (2005), fue por esos pasajes jazzísticos, con versiones de temas de Mingus, Benny Moré, entre otros. Y algunas composiciones propias, claro, que fueron un “volver al origen”, según la artista. “Era un regresaralacanción, porque eran temas compuestos con guitarra. Y me dieron ganas de tocarlos así, en su formato más fogonero”.

Así, después de presentarse en festivales, en múltiples recovecos del circuito de jazz porteño y tocar con renombres como Walter Malosetti o Mariano Otero, cambió de esfera: Entre junio de 2005 y junio de 2006, durante exactamente un año, se convirtió en el reemplazo de Isol como voz del grupo electropop Entre Ríos. La experiencia terminó de definir el viraje. Sobre la docena de meses en banda, cuenta: “Cuando estás muy acostumbrada a ser solista, es difícil entrar a un grupo donde hay que seguir lo pautado”.

Entonces llegó 2008 y nuevo material con temas propios. ¿Título? La reunión y doce tracks que –por momentos– recuerdan a la música de María Gabriela Epumer (“¿En serio? Fue profesora mía de guitarra y la admiraba muchísimo.”) Amigable y asentada en el pop, Meijide aprovecha elementos de otros estilos (bossa, jazz, etc.) para sumar porotos y sensaciones. “Mantengo una conexión fuerte con los sentimientos y con una actitud no avasallante, de sensibilidad y delicadeza. Desde la música y las letras, busco transmitir una sensación, más que contar una historia. Por lo menos, por ahora”, explica. Su track tres, “Luna Nueva”, lo deja bien claro: “Ciclo y ritmo natural / Tu certeza espera / siempre quieta / Bajo en espiral / Estoy viva / Estoy vacía”. Así es la forma que la hace sentir, entre trombones y tubas, con sonidos como “colores que escapan de lo normal, lo convencional”, según la cantante.

Las colaboraciones “estelares” (Axel Krygier, Hernán Jacinto, Miguel Botafogo y María Ezquiega, de Rosal) dejan entrever el motivo del nombre: “El título surgió a partir del proyecto; es una reunión de amigos. Además, tiene que ver con los 64 hexagramas de I Chin. ¡Tirás la monedita y ves que sale! Uno es la reunión y tiene una frase que me encanta: ‘Observa el motivo de las reuniones y podrás ver la situación de todos los seres del universo’. Me gusta que el todo sea mayor que la suma de las partes”. Muy holístico. “Al hablar, ¿no ves en mí la soledad... disuelta?”, canta/juega la chica bien acompañada en su canción número diez, “Conmigo Cerca”.

Y este énfasis/respeto de Meijide por su dream team llega hasta al arte del disco. Porque, mientras el librito del disco despliega imágenes de los músicos que participan de la reunión ¡Meijide no aparece! Su imagen solista recién llegará con la contratapa. “Fue una cuestión de espacio”, aclara la música, sonriendo.

Además de su disco solista, Meijide participó del proyecto más interesante de Lucas Martí de fin de año pasado: el disco “Papá” (2007), donde reunió a cantantes femeninas para que pusieran voz (y dieran vida) a sus temas. Entre ellas, Juliana Gattas (Miranda!), María Ezquiaga (Rosal), Lisa Casullo (Doris), Javiera Mena y otras chicas superpoderosas.

Con todo, y en constante movimiento, sigue su curso Paula Meijide, que ya compone temas para su próximo disco, mientras presenta el último y toca con “Papá”. Aun así, se da unos minutos para revisar la psicología femenina, pero... “Siempre a través de lo que me pasa a mí.”

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