“Me quedo de pie y me pongo, espatarrada, sobre el inodoro. Así funciona. Las francesas mean de esta manera, ¿verdad? (...) Acierto a dirigir casi todo el chorro de pis en el inodoro”, cuenta Helen Memel, la voz protagónica de Zonas húmedas (Feuchtgebiete), la novela escándalo de Charlotte Roche.

Pero ahora todo ha cambiado, hacer pis paradas, sin salpicar, sin tocar el inodoro público y sin que la bombacha roce el suelo (¡terror de las madres!) ha dejado de ser una hazaña porque llegó a nuestras carteras el “pStyle”, “un dispositivo de plástico que permite orinar de pie sin desnudarse”. El catálogo de Jade&Pearl lo ofrece en varios colores: verde, lavanda, azul, rosa, lamentablemente el transparente está agotado. El pStyle mide aproximadamente 3,8 cm de altura, lo mismo de ancho y 19 cm de largo, es de diseño simple y funciona “excepcionalmente bien gracias a sus cómodos bordes redondeados” además, la parte posterior “se puede utilizar para higienizarse y de esta manera no habrá goteos!” Se limpia muy fácilmente, se enjuaga o se sacude frenéticamente. Con fotos explicativas y festivas, la venta continúa y, como en toda venta que se precie de tal, nada mejor que ofrecer dificultades a la compradora para enseguida resolverlas gracias al producto sin riesgos y con la mayor comodidad y eficacia, así que basta ya de esconderse, de buscar refugios ridículos o de aguantar lo inaguantable porque allí está el pStyle que nos permite hacer pis sin arrancarnos desesperadas el traje de snowboard, ideal para las fanáticas del senderismo o la espeleología, mientras disfrutamos de un recital, adentro de un kayak, arriba de un caballo o esperando por una trucha. Eso sí, ante tanta felicidad al aire libre, no hay que olvidarse que el pStyle también es fundamental cuando hay huesos rotos, torcidos o cuando definitivamente las rodillas no sostienen lo que deberían.

Si con todo esto no estamos convencidas de que la felicidad cuesta apenas doce dólares, sólo resta entrar a You Tube y ver a seis chicas bailando en un escenario enumerando las ventajas del pStyle mientras, ovacionadas, hacen una demostración de sus virtudes cantando frases como estás: “Mostrame cómo lo hacés con tu pStyle, dejame que te cuente todo acerca del pStyle, en caso que no lo sepas, pStyle te permite hacer pis parada donde quiera que estés, es una pequeña cosita plástica que ponés en tus pantalones, hacés pis en un rincón, hacés pis afuera, podés hacerlo en público, si sos tímida te podés esconder... no importa dónde sea, podés hacerlo de parada. Cuando me despierto en la mañana no lo puedo creer... hay tantos por todas partes que tuve que ponerle mi nombre al mío! Mostrame cómo hacés con tu pStyle. Sólo un par de usos para acostumbrarte a apuntar, podés hacerlo a través de la ventana pero siempre tené cuidado de mantener tus zapatos fuera de la línea del pStyle, mostrame cómo lo hacés con tu pStyle...”

Una mujer sube a un avión y le dice a su amiga: “Puedo olvidar mis bombachas pero nunca viajo sin mi pStyle”, una nena le pide a su madre que le compre uno, otra mujer hace pis parada con la londinense Saint Paul como fondo, otra, con tapado azul de ultramar, rocía al Támesis desde un puente, una más temerosa prueba una y mil veces sola en su propio baño, imágenes cotidianas que, junto a los conos descartables, desde que apareció a fines del siglo pasado aquel Cono Mágico holandés y el Shewee, inventado por la mochilera Samantha Fountain, se suman a esta cruzada por el bienestar, porque como dice unos de los slogans del pStyle: “Todo es cuestión de conveniencia, de comodidad y de seguridad”.