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Viernes, 22 de julio de 2011

DIEZ PREGUNTAS A MICAELA PUIG

Que se doble y no se rompa

 Por Roxana Sandá

1) ¿De qué se trata Flexible?

—Es un laboratorio de arte multimedia donde se plantea una mirada plural sobre el extenso mundo de los procesos artísticos, exponiendo la necesidad de abordar una plataforma de trabajo interdisciplinaria, acercando en dicha propuesta las prácticas artísticas vinculadas con la tecnología, en lo que a su vez nos concentramos en desplazar el foco tecnológico del habitual uso cotidiano (rol de usuario-concepto de herramienta) hacia un plano creativo y personal (rol de pertenencia-experiencia artística).

2) ¿Cómo se traduce al común de la gente ser una directora de laboratorio de arte multimedia?

—Con la mayor sencillez posible, encontrando los elementos en común con que se esté dialogando o queriendo comunicar la propuesta. De alguna u otra forma, ser la directora de Flexible, tal cual su nombre lo evidencia, requiere de esa propiedad para poder ejercer tal rol, que básicamente consta de tratar de transferir constantemente inquietudes estéticas personales al grupo de artistas con quien trabajo en el laboratorio, y junto a ellos diseñar los contenidos asociados a dichas inquietudes, transformando a éstas en actividades palpables para los concurrentes al lab.

3) ¿Quiénes trabajan junto a usted en Flexible?

—Gerardo della Vecchia, Jorge Crowe y Eugenia Díaz, coordinadores y docentes, y Alejandra Reig, colaboradora y docente. Todos ellos artistas con diversas formaciones, miradas e intereses, con un compromiso en común: indagar en esta propuesta innovadora que jamás se detiene, ya que la propiedad de ella misma y quizá, también de quienes la conformamos, sea la de investigar y dejarse llevar por el juego de lo inacabado.

4) ¿En algún momento sus estudios de coreografía, piano, diseño sonoro, historia del arte, danza, la llevaron a un estado de vértigo del que temió no poder salir?

—Creo que la diversidad de disciplinas más bien me aportó lo contrario: lo interminable de sus aspectos, lo infinito de sus aristas, lo incontenible de sus posibilidades. Entrar o salir de ellas es un juego que en mí habla del disfrute más que del temor.

5) ¿Qué rescata de su experiencia en clínica de arte junto a artistas como Jorge Macchi y Ernesto Ballesteros?

—La mirada del otro, lo subjetivo del mundo, lo particular de las formas de producción en el arte, los matices de la exposición de una idea y el espacio procesual de ésta hasta convertirse en obra.

6) ¿Flexible es el lugar en el mundo donde hoy se siente más cómoda o la siguen conmoviendo otros estímulos que venía realizando, como la dirección de arte cinematográfica o la puesta escénica?

—En cuanto a la comodidad, claramente soy de sentirme más cómoda en mi casa que en casas ajenas, es decir que, si hablamos de territorios, desde luego que Flexible se presenta como un lugar de pertenencia, mientras que en otros espacios de producción, si bien puedo entrar o salir, siempre siento que debo pedir permiso, aunque la conmoción no siempre está relacionada al sentimiento expuesto inicialmente. Justamente el estímulo es algo que asocio a la comunicación-apertura con y de las cosas, con lo cual creo que debo admitir que son muchas las cosas que aún me atraen.

7) Relate 24 horas en la vida de Micaela Puig. ¿Para qué otras cosas le queda tiempo?

—Por ejemplo, un martes: me levanto muy temprano, preparo el desayuno y los almuerzos escolares para mis hijas Cata y Lena. Es probable que en el transcurso se levante mi hija menor Eva y le prepare también su desayuno. Ese día le corresponde llevarlas al colegio a mi pareja, Mariano. Me cambio, organizo y preparo mis cosas, mientras combino esta actividad con juegos a pedido de Eva y mimos a gusto de ambas. Salgo hacia mi estudio. Armamos la actividad con los coordinadores e iniciamos el espacio de trabajo con los grupos. Salgo corriendo hacia mi casa con la ansiedad de encontrarme con quienes forman parte de mi vida.

8. ¿Cómo enmarcaría sus primeros trabajos de video-instalación y con qué costado íntimo se vinculan los trabajos actuales?

—Mis primeros trabajos suelen tener en común una mirada fragmentaria, lo que ocurre es recortado por mi mirada, de planos cerrados, encuadres intimistas, el sonido que habla de aquello que nunca se ve y el conjunto todo arman una pieza donde por lo general se alude a lo que se escapa, a aquello que no se cuenta.

9) ¿Involucrar al espectador en el proceso de creación es un acto de osadía o el mejor regalo que se puede hacer a los que aprecian el espacio que usted supo crear?

—Esto es interesante porque si suponemos que el espectador interviene, modela o transforma parte o totalidad de un trabajo, entonces ya estamos hablando de una serie de elementos determinados con anterioridad por el artista y otra serie de elementos imprevisibles y emergentes sólo si interviene otro, con lo cual podría decir que en ese caso el regalo es para todos los comprometidos en dicha instancia. En cuanto a la osadía, creo que es un rasgo que puede o no estar en el trabajo de un artista, independientemente de la disciplina que maneje.

10) Relate el último sueño que la dejó sin aliento al despertar o que al menos podría ser fuente de inspiración para futuras creaciones.

—Suelo tener sueños extensos, largos, que permanecen en mi día por un largo período. Soy de detenerme en ellos, aunque también disfruto de su propiedad compleja e intrincada, sin necesidad de llegar a su total interpretación. Aun así no sé si puedo reconocerme como quien toma los sueños como material de trabajo.

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