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Viernes, 2 de marzo de 2012

PANTALLA PLANA

Bien paradas

En la sitcom Are You There, Chelsea?, varias intérpretes talentosas y muy personales juegan con gran eficacia a generar comicidad, cubriendo roles bien diferentes y superando casi siempre algunos altibajos de un guión que no desdeña escenarios habituales en el género.

 Por Moira Soto

Tomarse el pelo con el mayor desparpajo, reírse de sí mismas sin la menor consideración: tal la actitud que distingue a muchas mujeres humoristas del teatro y la TV estadounidenses, a menudo protagonistas con nombre y apellido de sus propios shows. Chelsea Handler es una de ellas: además de exitosa standup, conduce desde hace varios años el programa Chelsea Lately que va por E!, donde discurre con tres panelistas e intercambia con su inefable asistente Chuy Bravo sobre cuestiones de celebrities; por otra parte, es autora de unas memorias de juventud alcoholizada (hace años fue arrestada por manejar borracha, pasó por terapias de autoayuda...) que tituló Are You There, Vodka? It’s Me, Chelsea, que vendió un millón de ejemplares. La sitcom que se pasa actualmente por Warner está apenas inspirada en ese libro, por lo que no es de extrañar que se haya acortado el nombre, convirtiéndolo en Are You There, Chelsea?

Como Handler ya está rondando los 40, el protagónico de esta producción lo cubre la alta, rubia y chispeante Laura Prepon, cuya voz grave se vuelve aun más profunda cuando dice, por ejemplo, para demostrar su entusiasmo por algo: “Me parece que tengo una erección”. Porque el chiste de su personaje, aparte de su reconocida adicción etílica, es que no hay novio que le venga bien, empezando por Rick, el barman del lugar donde trabaja (“no nos pusimos de acuerdo, los dos queríamos estar arriba”). Chelsea tiene una mejor amiga, también camarera, petisita y de origen coreano, Olivia, su defensora desde la primaria (“algunas personas tienen pitsbulls, yo tenía a Olivia”) aplicando diestramente artes marciales. Olivia es interpretada con mucho relieve por la adorable Ali Wong, otra standup descollante, lo mismo que Lauren Lapkus, una flaca comiquísima que en la sitcom encarna a la excéntrica Dee Dee, la chica de 26 aun virgen que acepta compartir departamento con Chelsea y Olivia.

Completan el quinteto femenino de Are You... dos villanas relativas, porque el género no permite que la maldad sea tomada en serio: Nikki, la ex novia calculadora de Rick, desesperada por casarse, más picante que un frasco de tabasco, bah, un frasquito, ya que no pasa el metro cuarenta. Natasha Leggero asume a la desaforada Nikki, que será bajita pero no enana (para enanos comme il faut, tenemos al langa Todd, a quien Mark Povinelli le otorga mucha autoestima). Y faltaría mencionar, en un personaje secundario pero irónicamente sustancioso, a la propia Chelsea Handler, en el papel de Sloane, la hermana puritana de ella misma, es decir, de la protagonista. Al comenzar la serie, Sloane estaba embarazadísima y se la pasaba sermoneando a Chelsea, a la espera de que su marido regresara de Afganistán. El tipo todavía no volvió, pero la criatura, una niñita, ya nació. Y aunque Sloane sigue siendo cristiana conservadora, ahora es capaz de confesar entre lágrimas en la puerta de un cine: “No puedo creer que haya salido sin mi bebé”. “¿Tanto la extrañás?”, pregunta su hermana. “No, lloro de alegría. Estoy feliz sabiendo que nadie va a atacar mis pezones mientras dure la película”.

Are you... no mantiene el mismo nivel de creatividad narrativa en todos sus episodios, pero casi siempre los diálogos salvan el tiempo invertido en mirar esta sitcom. Y no solo por las líneas de la desfachatada Chelsea: “Dios hizo estas tetas, bueno, hizo al hombre que las hizo, mi novio, que está terminando su residencia en cirugía plástica”, se defiende Nikki cuando alguien le comenta que su escote es excesivo. Pero ese novio no está del todo convencido y le pide a la vivaracha que le presente a sus amigas. Como Nikki carece de tales relaciones, le ruega a Chelsea, Olivia y Dee Dee que simulen serlo en una reunión a la que también invita a su abuela, con la que se lleva mal. Naturalmente, los cócteles sacar a relucir la falsedad de la puesta en escena...

Acaso el capítulo más redondo hasta el momento sea el 5º, con Chelsea en busca de nuevo gineco porque el de siempre se ha dejado una barbita que la perturba. Sloane se resiste a recomendarle el suyo, pero finalmente cede: “Mantené las piernas cerradas hasta que empiece el examen”. A Chelsea el guapo doctor le cae de maravillas, sus maneras, su sentido del humor. Tanto que cuando se entera de que a él le gusta pescar en alta mar de noche, jura que a ella también. El ginecólogo le propone salir a navegar con un colega, si ella trae a una amiga. Chelsea le dice a Nikki, ya abandonada por el cirujano. En el barco, cada una se dedica a su presunto candidato. En cierto momento, uno de los médicos se va a buscar algo, el otro lo sigue. Cuando están a solas, ellos se besan y acto seguido nos enteramos de que el gineco está convencido de que las chicas son lesbianas. Nikki, la presumida, se ofende: “Si fuese lesbiana no saldría con una camarera de bar, sino con una abogada, con Jennifer Aniston...” “Jennifer no es lesbiana”, le aclara Chelsea. Y Nikki no se arredra: “Conmigo lo sería”.

Chelsea Lately, lunes a las 16,30, sábados a las 24.00, domingos a las 17, por E!
Are You There, Chelsea?, miércoles a las 20.30, jueves a las 22,
sábados a las 12.30 por Warner.

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