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Viernes, 3 de agosto de 2012

MUSICA

La lengua popular

Tras varios meses de composición conjunta y con un auspicioso manojo de canciones tras la manga, Teresa Parodi y Ana Prada se presentarán juntas en un show inédito donde, además de temas nuevos de coautoría, habrá tiempo para repasar los clásicos de cada una.

 Por Guadalupe Treibel

Con afán cariñoso y dedicación artesana, dos de las voces más queridas de la música popular rioplatense decidieron aunar voluntades y zambullirse en la –siempre riesgosa y satisfactoria– tarea de ofrecer repertorio nuevo. “Venimos del mismo cauce”, ofrece una, mientras la otra sonríe y, juntas, acercan las orillas. Oriunda de Corrientes la una y de la Paysandú uruguaya la otra, Teresa Parodi y Ana Prada han puesto las (cuatro) manos en la tierra a la hora de tomar la guitarra y, ahora, ofrecen el (¡por lo menos!) promisorio resultado en un show inédito que han dado por titular “Cosido a mano y a medida”.

La convergencia de dos generaciones, dos países y dos formas de inyectar mensaje en la canción promete un lenguaje compartido, repensado y enriquecido, donde las trayectorias (Parodi con más de 30 discos editados y grandes clásicos del folklore nacional; Ana con los festejados Soy sola y Soy pecadora) se anudan orgánicamente.

Según han contado, el puntapié inicial del dúo fue años atrás, gracias a un tema de Ana, “Tierra adentro”. ¿Cómo comienza esa crónica?

A. P.: Con “Tierra adentro” comenzó el hilvanado...

T. P.: ¡Un hilvanado con nudo fuerte, ya que estamos con la metáfora! Conocí la canción por Liliana Herrero y fui a preguntarle quién era la autora. Un día, Liliana me dice: “¿Te acordás de la chica uruguaya que te dije? Toca”, y me invitó a ir. Fui y me gustó aún más. Eso que intuí me convenció. Ana está hecha a medida, ¿no? Los rulos, ¡todo!

A. P.: Los rulos los tengo tremendos...

T. P.: Me interesé, quise su disco (en ese momento estaba presentando Soy sola) y, de alguna manera, empecé a acercarme a ella.

De hecho, en el último disco de Teresa –Otro cantar (2011)–, Ana participa como invitada...

T. P.: Sí, y hemos tocado juntas. Yo en sus shows, ella en los míos.

A. P.: Teresa me invitó a participar de un show que fue muy importante para mi apertura de puertas a Argentina: el homenaje a Mercedes Sosa el 9 de julio del anteaño pasado, durante los festejos del Bicentenario en Tucumán. Junto a la banda de Mercedes, tocaron grossísimos de la música popular –Liliana Herrero, Orozco Barrientos, Juan Quintero, Marcela Morelo, etc.–; la única uruguaya fui yo.

T. P.: Después compartimos otro homenaje a la mujer y a Mercedes (que fue coautora de los grandes, aunque nunca haya escrito una canción, por cómo hacía suyos los temas) con Cecilia Todd.

A. P.: Y ahí empezamos a tener empatía, algo que va más allá de la simpatía y conecta en algún lugar difícil de describir con palabras. Igual, a la hora de sentarnos a componer juntas, me daba mucha vergüenza porque... ¡es Teresa Parodi! ¡Tenía tantos nervios que rebotaba por la casa! Pero me animé, le mandé música para una de sus letras, le gustó y se dio esa forma genuina de juntarse y animarse a decir las cosas.

¿Cómo se supera el “miedo” de trabajar con un referente?

A. P.: Con su generosidad inmensa, Teresa tiene la capacidad de hacerte sentir que la conocés de toda la vida y de que, si algo no le gusta, no va a ser demoledora.

T. P.: Porque la canción que componemos es de las dos y tiene que ser una metamorfosis, tiene que encastrar bien. Si yo escribo una palabra que le entorpece la música, entonces, ¡quitemos la palabra! Si las dos tenemos esa apertura, la canción sale como tiene que ser. Si no, ¿qué sentido tiene? Aquí la protagonista es la canción.

De este generoso proceso de composición, ¿han salido cinco o seis canciones?

A. P.: Cinco. Me mandó una sexta para que la mire pero es un temón terminado.

T. P.: No, ésa tenés que terminarla... ¿Te voy a tener que encerrar? (risas).

A. P.: Pero, Teresa, está hermosa; no hay nada para cambiarle.

T. P.: No, no, hay una estrofa que hay que sacarla...

A. P.: (Risas.) Después lo vemos.

Ana, en algunas notas mencionabas que Teresa compone a la velocidad del sol. ¿Fue difícil seguirle el tren?

A. P.: Vos decile “Teresa, ahora te doy 10 minutos, hacete una cancioncita que yo le pongo música” y vas a ver... ¡No para nunca! (risas).

¿Fue así el proceso compositivo: letras de Parodi; música de Prada?

T. P.: Así y de todas maneras. Están todas las mezclas posibles. Le he mandado monstruos para que agregue monstruos. Por eso el show es Cosido a mano y a medida; lo vamos cosiendo entre las dos como si fuera un tejido.

A. P.: Quizá vamos con una estructura al ensayo, vemos que –con la banda– cobra vida y da para meter un pasaje musical y le damos otra estructura. De hecho, la canción va a terminarse cuando la saquemos a la gente.

T. P.: Ahí veremos si camina, si se pincha, si hay que modificarle algo. Necesita horas de escenario.

Además de los felices estrenos, también estarán los clásicos de cada una, ¿cierto?

T. P.: Yo voy a cantar canciones suyas con ella y ella conmigo mis canciones. Y vamos a hacer canciones separadas también. Si Ana no canta “Soy pecadora”, ¡nos pegan a las dos!

Después del show del sábado, ¿se viene disco compartido?

A. P.: Por ahora, estamos pensando en la fecha del 4 y una actuación del 27 en Uruguay; son las dos metas próximas importantes.

T. P.: Y si aparecen otras cosas, serán bienvenidas. Funcionamos tan bien juntas hasta acá que, si nos planteamos otros horizontes, seguiremos funcionando bien. Lo bueno es vivir lo que nos va pasando. Es muy linda esta idea de juntarnos y mezclar públicos, de pensarnos como parte de un todo que se puede integrar naturalmente y que puede conversar de una misma región cultural, aunque haya dos generaciones muy definidas en el escenario.

La fecha también permite el encuentro intergeneracional de los seguidores de cada una...

T. P.: Yo veo al público como nos veo a nosotras: decidiendo trotar el mismo camino. Y aunque Ana es de una generación que mira la música desde un lugar, compone de un modo y trata una temática, venimos del mismo cauce. No sólo por el río. Culturalmente, venimos de los mismos Zitarrosa, de los mismos Yupanqui, de la misma América que existe en esas voces. Son libros en común que hemos compartido aunque seamos de distintos países y ella tenga 41 y yo 64.

También comparten el mismo compromiso hacia la canción...

A. P.: Creemos que la canción tiene un deber. El arte penetra en los pueblos, en la sociedad y en la cabeza de la gente antes de que las propias ideas cuajen; es un catalizador. Es la vanguardia de determinados pensamientos. En la época difícil que le tocó vivir a Teresa, cuando ganó Cosquín, ella se encargó de ponerles voz a los más necesitados; sus luchas están en sus canciones. Yo vengo de otra generación en la que, al momento de componer, había que introducir otras luchas sin abandonar las anteriores, aún vigentes.

T. P.: ¿Sabés que, en época de pleno menemismo, cuando estas luchas parecían haber hecho la plancha, hice una canción llamada “Y yo, corre, ve y dile” que dice: “Los hombres y mujeres con ollas y cucharas y dolores”? ¡Mucho antes de las ollas y cucharas!

A. P.: ¡Teresa! ¡Tené cuidado con lo que escribís, que se cumple!

Teresa Parodi y Ana Prada presentarán Cosido a mano y a medida este sábado 4 de agosto a las 21 en el ND Ateneo, Paraguay 918. Localidades en venta a través de www.planeanet.com

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