las12

Viernes, 25 de enero de 2013

PANTALLA PLANA

Mamá corazón

Christina Applegate interpreta a una madre primeriza que putea y quiere salir de joda mientras mira embelesada a esa beba que llegó fuera del plan. Es la segunda temporada de Up all Night.

 Por Marina Yuszczuk

Desde que le tocó hacer de la hija desagradable –linda pero vulgar y sobradora– del matrimonio tremebundo de Married with Children (la serie que tuvo su réplica en la argentina Casados con hijos, donde Luisana Lopilato hacía lo propio), Christina Applegate fue cultivando ese perfil de rubia re bonita y guarra que la convierte en algo así como una bomba de estruendo escondida en una caja con moñitos. Porque no hay nada lánguido ni angelical en Christina sino todo lo contrario: hace un par de años se la vio por ejemplo en Amor a distancia, esa comedia romántica donde era la hermana de Drew Barrymore y la gracia que la definía era practicar dry humping con el marido (algo así como “coger en seco”, frotándose como adolescentes a través de los jeans). Christina es capaz de llevar adelante bromas por el estilo y salir con el glamour intacto, como esa otra gran comediante de nariz respingada que es Miss Piggy, y la misma actitud le permitió estar a la altura del desacatado de Will Ferrel en El reportero, donde era la contracara femenina y en tailleur de un comediante que, como todos saben, está completa y orgullosamente loco.

En Up all Night, que ya va por su segunda temporada, Christina le pone el cuerpo a una madre primeriza y es el centro de un triángulo equilátero de comediantes que se completa con Will Arnett y Maya Rudolph, la mejor amiga que es conductora del talk show que Christina produce (si todavía no vieron a Maya búsquenla en episodios de Saturday Night Live o en Damas en guerra, vale la pena conocer a esa mujerona con aire a Tina Turner cuando no era vieja). Arnett y Applegate interpretan a Reagan y Chris Brinkley, una de esas parejas treintañeras y profesionales de buen pasar económico con un auto canchero y casa en los suburbios, y la paternidad no estaba de momento en sus planes, así que en el primer capítulo se los vio chequeando varios evatests con ojos desorbitados. Cuando las dos rayitas del test de embarazo se convirtieron en una bebita de ojos claros llamada Amy, la flamante familia se reestructuró de una manera más bien atípica: papá Chris quiso dejar su estudio de abogados para quedarse en casa a cuidar a la hija mientras Reagan retomó su trabajo después de unos meses de licencia. La vieja costumbre de la pareja de salir toda la noche y despertar con resaca también tuvo que quedar de lado, aunque en un capítulo el festejo de su aniversario los tentó a una cita con tragos y karaoke, y el día siguiente los encontró puteando porque había que levantarse a atender a la niña.

En la segunda temporada, los papis se pasan la posta y Chris retoma la vida laboral para que Reagan se quede en casa, pero el cambio no se plantea como una vuelta a la normalidad –o a la norma– sino más bien como una manera de ir adaptándose a los deseos fluctuantes de cada uno. Es Ava (Maya Rudolph), la amiga que ni por asomo quiere tener hijos y no sabe ni cómo se agarra un bebé, la que sigue poniendo una nota de extrañeza en eso de “ser padres dos personas que antes no eran padres” (por obvio que parezca), porque Ava es capaz de caerles una noche cualquiera de la semana con un champán frío en la mano y tentarlos para que todo siga siendo como antes, donde “antes” vendría a ser ese paraíso perdido de los padres cuando caen en la cuenta de que ya no siempre pueden hacer lo que quieren. O un poco pueden, cuando tienen a mano una niñera, pero ni excesivamente quejosos ni santurrones, Reagan y Chris pueden adorar a su bebita y morirse de ganas de salir de joda alguna noche los dos solos o proponerse nuevos proyectos en el trabajo: es esa mezcla de dulzura y de vulgaridad de Christina Applegate la que da el tono a la serie y su idea de maternidad, y le permite decir cosas como “deberíamos putear menos” pero enseguida, mirando embelesada a Amy, declarar, con toda la sinceridad del mundo: “Es más linda que la mierda”.

Compartir: 

Twitter

 
LAS12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.