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Viernes, 10 de abril de 2015

MONDO FISHION

El cartero vestido de Prada

 Por Victoria Lescano

Tres pequeñas historias que reflejan los juegos de infancia pero también el fetichismo en la adultez asoman desde la web de Prada y con el común denominador del actor Buddy Watson emulando a un cartero fetichista de las carteras Prada que, secuencias oníricas mediante, transforma su democrática bolsa de correspondencia en una cartera Gallería (diseñada en 2007 y disponible en quince colores). Denominadas The Postman, The Makeout y The Battlefield, fueron dirigidas por la fotógrafa y directora de arte Autumn de Wilde y continúan la serie de asociaciones con cineastas ideada por la Fundación Prada como estrategia de marketing de moda y que dirigieran Lucrecia Martel, Wes Anderson y Roman Polanski.

Otras señas particulares de los nuevos fashion films indican que al acarrear correspondencia –en un móvil con el logo de Prada– se desplaza con los gestos entre torpe y graciosos que predicara Buster Keaton en sus slapsticks, así como también los protagonistas de films de Jacques Tati. Las tramas abordan escenas cotidianas del cartero, una situación de flirt de zaguán, pero en la escalinata de un departamento cuyas anheladas llaves se llevan en una cartera de mano y el ritual en que el interior de una exquisita cartera verde se transforma en espacio de juegos para un niño: los tesoros de su madre, de joyas a maquillajes fueron desplazados por una población de soldados de juguete y pasaron a ornamentar una colección de dinosaurios de plástico y de aviones de papel. Es ineludible establecer analogías y ciertas referencias a los modismos de Wes Anderson –el tributo al papel para cartas y a los uniformes de trabajo–, pero el currículum de la fotógrafa de nombre excéntrico y radicada en LA tiene un background de moda despuntado junto a las diseñadoras de Rodarte, Kate y Laura Mulleavy, para quienes documenta todas sus colecciones. La artista nació en Nueva York en 1970 y en el contexto de una familia vinculada con el rock (su padre es célebre por los retratos de rock stars de los años ’70 y por un retrato de Jimi Hendrix en Monterey Pop de 1967). En 2008 la obra de los De Wilde, padre e hija, se exhibió en la galería Hotel Morrison y con el título Dos generaciones de contracultura en la fotografía. Para ilustrar las diferencias de abordaje basta con remitirse a una fotografía de Beck –el músico donde aparece vestido con un mono rosa e infinitos parches de papel dispuestos a modo de ornamento–, mientras que los recursos de estilo de Jerry de Wilde remiten a una modelo posando en una locación con luz natural y vestida con un pantalón con efectos tye die, la técnica de teñido de trapos cuando aún no se había industrializado. La vasta labor fotográfica en la escena del rock de Autumn remite a retratos y a diversos cortos para los músicos indies Ellioth Smith, Death Cub for Cuties; también pasó largos meses de gira en 2007 junto a The White Stripes que se tradujeron en un libro celebratorio de la banda. Su asociación estética como retratista oficial de Beck se extendió por quince años y fue compilada en 2011 en el libro Beck, editado por Chronicle Books, prologado por Michel Gondry.

Una parte de la infancia de Autumn transcurrió en una granja contigua a los estudios Warner que su padre alquiló durante varios años y que ofició de refugio creativo para experimentos de artistas, escritores, músicxs y cineastas. Consultada sobre el anecdotario de su interacción con las carteras Prada, Autumn se refirió a los modismos dignos de una rockstar y esgrimió: “Me di el gusto de cortar una cartera por la mitad, agujerear otra, colgar treinta modelos de un árbol y de saquear el local Prada de Los Angeles”.

Más info: autumndewilde.com

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