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Viernes, 13 de febrero de 2004

INUTILíSIMO

El piropo como una de las bellas artes

El comprometido arte del piropo ocupa hoy este espacio en homenaje al Día de los Enamorados que tendrá lugar mañana. Para ello, y aunque haya que redundar, nada más adecuado que El arte de enamorar (Mil conquistas y un amor, Valioso compendio de reglas sociales para el Hombre y la Mujer), editado en Buenos Aires en 1948. Como creemos que los varones también son seres humanos, personas de igual valor que las mujeres y los estimamos en sus semejanzas y diferencias, es que hoy les dedicamos de corazón este Inutilísimo. Para que ellos hagan uso, e inclusive abuso de los más bonitos piropos que puedan surgir de sus bocas después de leer estas sugerencias, sabiendo que “piropo es requiebro, galanteo, acción de galantear o requebrar”. Un señor galante es alguien “atento, obsequioso con las damas”. De lo que se deduce que el piropo es “un obsequio, si se brinda con gracia y elegancia”. Si así ocurriera, la piropeada no tiene por qué responder con una desatención, con agresividad, sino con una dulce sonrisa agradecida.
Porque el genuino y amable piropo “no es precisamente lo que mozalbetes agrupados en las esquinas suelen inferir a las jóvenes que se atreven a pasar cerca de ellos”. Tampoco, explica El arte, debe el piropo ser académico, usar palabras rebuscadas: lo mejor es la improvisación, la espontaneidad, que –aunque parezca un contrasentido– se puede aprender. He aquí algunos ejemplos relucientes de frescura, caballerosidad y buenas intenciones:
¤ “En los rulos de su cabello se enredó mi destino”
¤ “Está prohibido andar con los faros encendidos, señorita. Por favor, entorne los ojos”
¤ “En su boca ha llorado un rubí”
¤ “Al verla a usted, creo en la existencia de los ángeles”
¤ “¿En qué parte del cielo nació usted, señorita?”
¤ “Adiós, sembradora de ilusiones”
Si el piropo tiene consecuencias felices y se inicia una relación, el piropeador podrá entonces enviar tarjetas postales a su chica con versos del siguiente tenor:
¤ “En esta tarjeta, amada,
que llevará raudo el viento,
va mi ternura estampada,
mi amor y mi sentimiento”.
O si prefieren el perfume floral, he aquí un ejemplo:
¤ “Este ramo de violetas
lleva en sí un significado
son las pasiones secretas
que en mi pecho has despertado”.
¤ así, galanteando y versificando, la celebración de San Valentín se extenderá durante muchos días, largos años, recordando siempre que “un buen conquistador, un hombre a la moderna, debe poseer un carácter alegre y una decisión a toda prueba”.

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