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Viernes, 9 de noviembre de 2007

INUTILíSIMO

Fuera toda acumulacion adiposa

No es ninguna novedad que el ejercicio es necesario en toda época del año, nos recalca el profesor Heinz Pfaude en el número 11, volumen III de la revista Viva Cien Años (Buenos Aires, agosto de 1937). Porque “una buena sesión de gimnasia todas las mañanas, inmediatamente después de levantarse, predispone admirablemente el ánimo para el resto del día”. Merece subrayarse que los ejercicios que propone en la ocasión el distinguido profesor, “influyen directamente sobre el abdomen y las nalgas, permitiendo corregir muchas imperfecciones que a menudo sobrevienen en esos sitios de la mujer, particularmente la acumulación adiposa”. Al parecer, y contra todo lo que nos proponen hoy en día los ejercicios para los glúteos y los sachets de siliconas que tantas falsas vedettes se aplican en las posaderas, lo más elegante sería evitar “unas nalgas prominentes”.

He aquí los distintos pasos gimnásticos:

1. Después de hacer una respiración profunda en posición de firme, extendiendo los brazos y la cabeza hacia atrás, sentarse de costado con las piernas extendidas, apoyándose sobre un mano en el suelo con el correspondiente brazo extendido, y colocando la otra mano en la cintura.

2. Teniendo muy firmemente apoyado el brazo, levantar el tronco todo lo posible desde la cintura. Volver a la posición inicial. Repetir seis veces y cambiar de lado.

3. Acostarse sobre la alfombra para practicar ciclismo, excelente además para el buen funcionamiento intestinal y para fortalecer la región anterior de ambos muslos. Estirar el dorso con los brazos hacia atrás. Levantar los pies doblando las rodillas y luego moverlos en forma giratoria sin tocar el suelo. Repetir ocho veces.

4. De pie, sosteniéndose sobre una pierna, doblar la otra lo más cerca posible del pecho y tomar en la parte del arco el pie respectivo con ambas manos. El equilibro se mantiene manteniendo la espalda bien recta, mirando hacia un punto distante y respirando acompasadamente. Es más fácil de lo que podría parecer en primera instancia y sus beneficios, incalculables, sobre todo si se realiza correctamente el paso siguiente.

5. Una vez que se logró el equilibrio buscado (cuyo efecto secundario es ayudar a afirmar la seguridad en una misma), se extiende la pierna flexionada hacia delante, lentamente, hasta que quede completamente rígida, naturalmente sin soltar el pie en ningún momento y sin dejar de respirar. Repetir este movimiento entre seis y ocho veces y luego cambiar de pie. Este ejercicio, que debe hacer regularmente para adquirir y mantener el dominio corporal (y también mental), después de preparar el cuerpo con las anteriores prácticas. Así obtendremos un cuerpo en condiciones para lucir un moderno traje de baño, ahuyentando toda adiposidad o sobrecarga grasosa, como bien nos instruye el docto profesor Pfaude.

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