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Lunes, 6 de octubre de 2003

FúTBOL › SOSA HIZO EL UNICO GOL EN UN PARTIDO POBRE Y CON POCAS LLEGADAS

Con mucha lucha ganó el Pincha

Estudiantes ganó con justicia porque dentro de la pobreza general fue más inteligente. Tras el golazo de Sosa supo manejar el contragolpe ante un Gimnasia que dependió de lo que pudiera hacer Choy González por arriba. El Lobo se encuentra muy comprometido y el técnico Gómez no parece encontrar respuestas. Una
multitud acompañó el clásico platense.

Un temprano gol del juvenil José Sosa, a los nueve minutos del primer tiempo, y una idea mucho más clara de lo que quería en la cancha, fueron los escasos argumentos que le sirvieron a Estudiantes para quedarse con el clásico platense al ganarle ajustadamente a Gimnasia 1 a 0. La actual pobreza de Estudiantes y las enormes carencias de Gimnasia se conjugaron para generar un clásico deslucido, de trámite chato, impreciso, con mucha lucha y pocas llegadas.
Estudiantes marcó las diferencias en el primer tiempo, mientras que Gimnasia insinuó una levantada en la primera mitad del complemento, pero su producción decayó notoriamente, más que nada, en la parte física. El equipo local arrancó con un mejor manejo de pelota y un fútbol algo más rico, de esa manera marcó las diferencias en el juego y en el marcador. Por eso se llevó la victoria. Una buena tarea de Gelabert y del juvenil Sosa, más el solidario y prolijo trabajo de Germán Lux, hicieron que el equipo de Bilardo fuera un poco más que el devaluado Lobo.
Gimnasia enarboló la bandera de la voluntad y la precaución. Trató de luchar el partido en la zona media con mucha gente, y buscó siempre algún pelotazo salvador. Esa fórmula ensayada por el equipo de Mario Gómez le dio algún rédito cuando el uruguayo Choy González, una de las figuras del partido, buscó espacios detrás de las espaldas de los centrales rivales; pero cuando no tuvo esa sorpresa, nada pudo el visitante.
La primera fue para Gimnasia: Choy enfrentó a Docabo y su disparo displicente fue sacado sobre la raya por Cáceres. Enseguida, un tiro libre de Gelabert que fue contenido por Olave. Pero a los 9 llegó el gol de Sosa. La jugada se inició en el medio de la cancha con una pelota que ganó el mismo Sosa, avanzó con una doble pared con Farías, vino el último pase del Tecla y el goleador apareció solo, a las espaldas de Licht y Goux, para definir con toque suave junto a un palo. Golazo.
A partir de ahí, Estudiantes manejó el partido y, parado de contra, a punto estuvo de aumentar con una palomita de Maggiolo que se fue junto al palo derecho de Olave. En Gimnasia, sólo Choy, que inquietaba.
En el complemento apareció más incisivo Gimnasia y a los 8 estuvo a punto de nivelar con un cabezazo de Choy que Docabo neutralizó de manera magistral y en el rebote Mandra se comió el palo con pelota y todo. El Lobo tuvo la iniciativa hasta la mitad de esa etapa cuando demostró quelas reservas físicas habían mermado notoriamente. A partir de ahí, otra vez Estudiantes tomó el control del partido. El equipo de Bilardo fue más inteligente porque administró muy bien la pelota y transformó a Olave y a Choy (en su propia área) en las figuras rescatables de Gimnasia.
De esa manera terminó el capítulo número 134 del clásico platense. Esta vez fue Estudiantes el que festejó. El que se quedó con todo. En cambio, Gimnasia se fue muy preocupado, está penúltimo, sigue sin ganar en este Apertura, sumó su quinta derrota y su técnico quedó en la cuerda floja.

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El festejo de Sosa y el Tecla Farías. De una lucida jugada entre ambos llegó el único gol.
 
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