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Lunes, 3 de mayo de 2004

FúTBOL › EL BALANCE DE UN DOMINGO SIN LOS SUPER GRANDES Y CON POCO FUTBOL PARA VER

Todos juegan para River y Boca...

Los empates de Talleres y Vélez en sus partidos de ayer, sumados al de Racing con Chicago del viernes, ayudan a que la lucha por el Campeonato Clausura se limite a Boca y River, que se enfrentarán en la Bombonera dentro de dos semanas. El interés por el superclásico se agranda mientras otros equipos se achican.

 Por Juan José Panno

Talleres, Vélez y Racing, con sus respectivos empates, no pudieron achicar la brecha que los separaba de la punta del campeonato y prácticamente resignaron sus chances. Los tres jugaron como locales, ante rivales que en teoría no eran tan difíciles y no los pudieron quebrar.
Repasemos lo de cada uno:
A Talleres le quedó sabor a nada luego del agónico empate de Banfield, cuando el partido se iba de largo y se festejaba el triunfo que hubiera dejado al equipo en la segunda colocación junto con River. Apenas cinco minutos faltaban para el final del partido cuando el grandote Bilos clavó el empate y achicó las aspiraciones del equipo de Jota Jota López. Después de todo, la prioridad de Talleres es zafar del descenso, pero desde el segundo puesto podía haber apostado a un empate en el clásico y a sumar en sus próximos partidos contra los discretísimos Rafaela, Chicago y Estudiantes. A Talleres no hay que descartarlo del todo, aunque el empate de ayer le debe de haber dejado un profundo agujero en la autoestima.
Si Vélez le hubiera ganado a Independiente se arrimaba lindo con la posibilidad de acomodarse mejor porque en la próxima fecha le tocaba jugar justamente con River. Antes del partido, con calculadora y optimismo a mano, cualquier hincha del cuadro de Liniers podía haber llevado la especulación hasta la mayor de las alturas. “Boca tiene 28, River 26 y nosotros llegamos a 24 porque le ganamos a Independiente. El domingo que viene Boca empata con Independiente y queda con 29, River con 26 porque pierde con nosotros y nosotros con 27. Ya estamos ahí. Al domingo siguiente, Boca-River empatan y nosotros le ganamos a Quilmes. Entonces quedamos nosotros y Boca con 30 y River con 27. Como tenemos que jugar con Arsenal, Olimpo, Colón, San Lorenzo y Gimnasia, todos rivales accesibles, y además no jugamos la Copa, salimos campeones”, podía haber imaginado el tipo.
No era tan descabellado. Pero el castillo de las ilusiones resultó tan frágil que se derrumbó de un soplido con el empate ante Independiente. Vélez fue un poco mejor que su rival y tuvo algunas situaciones favorables entre las cuales hay que incluir un cabezazo en el travesaño, pero su rendimiento colectivo fue realmente pobre, insuficiente por donde se lo mire para un equipo que aspira a pelear por un título. Podría agregarse si se toma como referencia su actuación de ayer que Vélez no podría haber comprometido de ningún modo a River, en el Monumental. Claro que de haber ganado ayer, su ánimo hubiera sido otro.
Racing también se quedó fuera de carrera. El Pato Fillol, que la tiene bastante clarita, había tirado la toalla hacer algunas fechas, adelantándose a esto que quedó como una sensación generalizada después del empate contra Nueva Chicago. En el primer tiempo del encuentro del viernes había sido claramente superior a su rival y pudo haberlo liquidado, pero en el segundo período, cuando Barrientos entró por Principiano, el equipo perdió el control de la pelota y permitió la recuperación de Chicago, que empató y hasta pudo quedarse con la victoria. Esto de un tiempo bien y otro mal, es una especie de síntesis de la producción de Racing en el torneo.

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Gaston Fernandez fue
importante en el primer tiempo de Racing pero se apago en el segundo.
 
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