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Lunes, 29 de noviembre de 2004

FúTBOL › ERA EL ARQUERO SUPLENTE DE INDEPENDIENTE

La muerte del pibe Molina le arruinó el domingo al fútbol

El chico de 20 años falleció ayer por la mañana a causa de un paro cardiorrespiratorio mientras se encontraba en su casa. El viernes había ido al banco de suplentes en el partido contra Estudiantes. Su amigo Caggiano le dedicó los dos goles que convirtió ayer.

El arquero suplente de Independiente, Lucas Molina, de 20 años, murió ayer por la mañana de un paro cardiorrespiratorio cuando era trasladado a un hospital de la localidad bonaerense de Berazategui, donde residía. El jugador se encontraba en su casa, acompañado de su novia, cuando se descompuso. La Justicia inició una causa calificada como “Averiguación de causales de muerte”, que se encuentra en manos del fiscal Alfredo Samprón, para conocer los motivos de su deceso. Molina había estado en el banco de suplentes el viernes por la noche, cuando su equipo empató 2-2 con Estudiantes.
“Me siento mal, no puedo respirar”, le dijo Molina a su novia antes de perder el conocimiento. La joven fue a buscar a los hermanos del arquero, quienes viven en una vivienda lindera, para pedirles ayuda, según detallaron los familiares del futbolista, que añadieron también que Molina “dejó de respirar” cuando lo trasladaban a un hospital cercano. Los padres del malogrado jugador retiraron su cuerpo ayer por la tarde para velarlo en su casa de Berazategui. Después del partido del viernes, Molina fue a bailar y el sábado estuvo todo el día en su casa, junto a su novia, según consignaron sus familiares.
Jeremías Caggiano le dedicó sus dos conquistas en Huracán de Tres Arroyos a su ex compañero. “Cuando me enteré a la mañana me puse muy mal, porque con él compartí siete años en las inferiores de Independiente. Es muy triste que un chico de 20 años como él tenga que haber partido en forma tan prematura, por eso los goles y la victoria se los dedico a él.”
Molina comenzó su carrera como arquero a los 7 años, en el club Los Primos, de la ciudad de Quilmes, donde jugó al papi-fútbol. A los 12 se fue a probar a Independiente y realizó allí las divisiones inferiores. El entrenador Hugo Tocalli lo convocó a formar parte de los seleccionados juveniles Sub-17 y Sub-20, en distintas oportunidades. El 30 de octubre de 2003 debutó en Primera ante Vélez. Sin embargo, su tarde de gloria tuvo lugar el 2 de noviembre del año pasado, en el empate sin goles del equipo de Avellaneda ante Boca en la Bombonera, donde fue la figura del partido y varios medios lo calificaron con un 10.

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Del archivo: Jeremias Caggiano y Lucas Molina.
 
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