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El fútbol italiano volvió a vivir un nuevo y polémico episodio de racismo cuando el jugador senegalés Ferdinand Coly, de Parma, recibió insultos racistas de parte de hinchas del Siena. “En Siena no hay racismo”, se esforzó en aclarar el propio Coly tras el partido, luego de que casi arroja su camiseta a los hinchas de ese equipo que unos minutos antes lo habían atacado imitando a un mono, tras un choque con el local Enrico Chiesa. Fue éste quien puso fin a la burla pidiéndoles a los hinchas que se calmaran, en el partido que concluyó 2-2. “Al final del partido sólo quise hacer un gesto de amistad, para demostrar que después de haber jugado dos años en Perugia siento a Siena como mi casa”, explicó Coly, quien fue persuadido por algunos compañeros para que no arrojara su camiseta a los hinchas. Coly cambió finalmente su camiseta con la del argentino Roberto Nanni.
“Tenemos que desdramatizar y evitar prestar demasiada atención a lo que hacen pocas personas”, dijo Carlo Corradi, defensor de Siena, quien buscó calmar a Coly cuando éste aparecía nervioso tras el ataque racista. La fecha anterior del fútbol italiano se había iniciado con un retraso de cinco minutos en repudio a ataques racistas que fanáticos de Inter lanzaron contra el defensor marfileño de Messina Marc Zoro.
Las polémicas crecieron después de que en la última fecha el atacante de Lazio, Paolo Di Canio, realizó un saludo fascista a sus hinchas, en un partido caliente ante Livorno, algo que repitió el sábado frente a Juventus.