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Lunes, 11 de septiembre de 2006

FúTBOL › PARTIDO SUSPENDIDO EN LA PLATA POR LAS AMENAZAS DEL PRESIDENTE DE GIMNASIA AL ARBITRO GIMENEZ

La violencia también viene de arriba

Ganaba Gimnasia con un gol de penal de Silva, festejaban todos menos los de Boca, pero el partido se suspendió en el entretiempo porque el árbitro Daniel Giménez denunció amenazas del presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz. Un despropósito que arruinó lo que pudo ser una fiesta.

 Por Juan José Panno

Algunas preguntas tienen una respuesta; otras no.

–¿Qué fue lo que pasó?

–Pasó que el árbitro Daniel Giménez decidió suspender en el entretiempo el partido en el que Gimnasia le ganaba por 1 a 0 a Boca, a raíz de las amenazas de muerte que recibió de parte del presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, y un grupo de allegados, disconformes con el arbitraje. Lo que tiene respuesta es quiénes y por qué les franquearon al dirigente y a sus guardaespaldas la entrada al vestuario del referí.

–¿Qué dijo Muñoz?

–Fuera de micrófono les contó a algunos periodistas conocidos que lo único que había hecho fue recriminarle a Giménez por la expulsión de Troglio; que estaba arrepentido; que aceptaba que lo castiguen, pero que no que sancionen al club. En sus declaraciones formales fue todavía más lejos y hasta hizo juramentos por la Santa Biblia (ver aparte).

–¿Qué dijo Giménez?

–Radicó la denuncia en la Comisaría 2ª de La Plata. Un rato antes le había adelantado al vicepresidente 1º de Boca, Pedro Pompilio, y a los miembros del Comité de Seguridad que había suspendido el partido por el grave apriete del que había sido víctima.

–¿Giménez había perjudicado a Gimnasia con su arbitraje?

–No especialmente. Amonestó a Basualdo, Guglielminpietro, Semino, Silva y Cornejo por faltas violentas, amarillas merecidas en todos los casos. Lo que le reclamaban era que en los primeros cinco minutos ya había sacado dos tarjetas. En realidad, Gimnasia había planteado desde el arranque un juego demasiado rudo, cruzando los límites reglamentarios en la encarnizada pelea de cada pelota como si fuera la última. El juez también amonestó a Silva por seguir una jugada después del silbato, pero no castigó a Cardozo en una acción similar, ni le sacó la segunda amarilla a Silva por su prolongado festejo luego del penal. La expulsión de Troglio se explica fácilmente: reclamaba y protestaba por todo. Y en cuanto al penal de Calvo a Silva, fue una de esas jugadas que se producen por decenas en los corners y casi nunca son sancionadas. Pregunta sin respuesta: ¿qué habría pasado si Giménez hubiera cobrado un penal así en el área local? ¿Hasta dónde habrían llegado el presidente de Gimnasia y sus nerviosos acompañantes?

Hay más preguntas que no tienen respuesta.

–¿Qué va a pasar con Muñoz?

–Dependerá en primer lugar de la Justicia penal, que deberá determinar primero si existieron amenazas de muerte o qué. Luego, el Tribunal de Disciplina deberá tomar una durísima y ejemplar sanción.

–¿Y con el partido?

–Resolverá el Tribunal de Disciplina. Lo más probable es que le quite puntos a Gimnasia y habrá que ver si se juegan los 45 minutos restantes o se le da por ganado a Boca.

–¿Será justo que se dé por ganado el encuentro a Boca?

–No, de ninguna manera; los partidos hay que ganarlos en la cancha y no en los escritorios. Que lo pierda el agresor no da derechos automáticos al agredido.

–¿Qué hubiera pasado con el segundo tiempo si seguía el partido?

–Imposible saberlo. Gimnasia había hecho un tremendo desgaste en los primeros cuarenta y cinco minutos, lo cual permite pensar que Boca se puede sentir perjudicado por la suspensión y la reanudación en otro momento, aunque no se debe olvidar que los mismos jugadores boquenses que estaban ayer en la cancha habían trajinado muchísimo en el encuentro frente a San Pablo del jueves por la Recopa Sudamericana.

Otras preguntas que no tienen respuesta vienen desde lejos:

–¿Por qué no se toman las medidas de prevención necesarias para evitar situaciones de violencia si se sabe que entre todos los caminos existentes está el camino del apriete a los árbitros?

–¿Por qué sobrevive en el fútbol nacional –con directa responsabilidad del periodismo– la idea de que hay que ganar de cualquier manera, cueste lo que cueste, porque el que no gana no existe?

–¿Quién se hace cargo del pobre tipo que de buena fe pagó la entrada y fue con la inocente idea de disfrutar de un espectáculo?


Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Daniel Giménez.

Gol: 30m Silva (G), de penal.

Incidencia: suspendido a los 45 minutos.

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La policia custodia el vestuario del árbitro ante el asedio del periodismo cuando se confirmó la suspensión.
 
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