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Lunes, 19 de febrero de 2007

FúTBOL › BOCA NO JUGO BIEN Y EMPATO 1 A 1 CON ROSARIO CENTRAL EN LA BOMBONERA

El día soñado casi acaba en pesadilla

Central, que paseó su buen juego por la Bombonera en el primer tiempo, se puso en ventaja con un gol de Zelaya y estuvo a punto de dar el batacazo. Medio de carambola, Boca igualó con un gol de Palacio, pero estuvo lejos de aquel cuadro que había deslumbrado la semana anterior. Riquelme cumplió una actuación discreta.

 Por Juan José Panno

Riquelme jugó más o menos; Central, con problemas para armar el equipo, jugó mucho más de lo que sus propios hinchas esperaban; Boca jugó mucho menos de lo que lo había hecho contra Banfield, había menos gente de lo que se había anticipado con las entradas agotadas, Palacio no se hizo un picnic con Azconzábal ni con el debutante Espinoza como muchos presumían, Caranta tuvo mucho más trabajo que Alvarez, y a tal punto todo le salió torcido a Boca que estuvo muy cerca de perder el partido y convertir la tarde soñada en una noche de pesadilla.

Es más: si se comparan las situaciones de gol de cada uno, los rendimientos individuales y se mide la precisión de unos y otros en el manejo de la pelota en el primer tiempo, hasta se podría concluir que Boca no hizo mal negocio con el empate y debería celebrar el punto obtenido y no lamentar los dos que perdió. Si, en cambio, se toman como parámetros la actitud de unos y otros en gran parte del período complementario, se puede entender que el cuadro de Russo mereció una mejor suerte.

Lo mejor de Central, queda claro, estuvo en el primer tiempo: Gorosito bajó una línea de toque y cancha bien abierta; el Kily González asumió el mando adentro, distribuyendo juego a diestra y siniestra con Ríos como ladero; los del fondo, ordenados, prolijitos, hicieron lo suyo sin locas excursiones; Calgaro se encargó bien de Riquelme, con Andrés Díaz atento para el relevo; Di María aportó su gambeta que enloqueció a Ibarra y Zelaya mostró su oportunismo. La síntesis es que el conjunto rosarino dio una mejor impresión, levantó de a poquito a sus hinchas que ocupaban la tercera bandeja del Riachuelo, armó peligrosos contraataques y casi naturalmente llegó al gol cuando Zelaya empujó a la red una pelota que había bajado con un cabezazo Damián Ledesma. El otro dato importante para entender lo ocurrido en esa primera etapa es que Caranta –que nada tuvo que ver en el gol– fue de lo mejorcito de Boca. Agil, elástico para volar en un par de remates muy difíciles, abajo, contra los palos y rápido para salir a cortar anticipándose a jugadas que podían entrañar peligro (inevitable compararlo con Bobadilla y marcar las diferencias en favor del nuevo arquero), fue importantísimo para que Boca no terminara de resquebrajarse.

Central también tuvo alguna ocasión muy clara en el período final (cañonazo de Andrés Díaz, gran volada de Caranta para desviar la pelota que, después de pegar en el palo, se fue al corner), pero su rendimiento decayó en la medida en que Boca empujaba, Ledesma mejoraba lo hecho por Orteman y los jugadores rosarinos se empezaban a conformar con el empate en la Bombonera. Boca había llegado a la igualdad a los 10m del segundo tiempo, medio de casualidad, medio de carambola: corner de Cardozo, rechazo de Calgaro, remate pifiado de Battaglia, rebote y cachetazo de Palacio descolocando a Cristian Alvarez. Envuelto en la onda de entusiasmo generada por el gol, todo Boca se agrandó y, si bien no llegó con claridad, empezó a pisar muy seguido el área rival. La entrada de Marioni (Russo se animó a lo que otros técnicos anteriores casi nunca hacían: sacar a Palermo) alimentó nuevas expectativas, especialmente cuando el número 11 peleó una pelota cerca del arco rival y pudo haber marcado.

En los últimos minutos, Central bajó la cortina y empezó a contar el botín, confiado en que Boca ya casi no apretaba.

La tarde terminó con el canto feliz de los rosarinos tapando el aliento tozudo y tibio de la 12. También eso fue un reflejo de lo que había ocurrido en la cancha.


Estadio: Boca.

Arbitro: Federico Belivoy.

Goles: 38m Zelaya (R) y 55m Palacio (B). Cambios: 45m Pablo Ledesma (6) por Orteman (B) y C.Rodríguez (4) por Ibarra (B); 68m, Ré por Di María (C); 73m, Marioni por Palermo (B) y Costa por Espinoza (C); 76m, Borzani por Calgaro (C).

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Palacio no puede con el cierre de Raldes. El delantero volvió a convertir un gol después de bastante tiempo.
 
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