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Lunes, 4 de junio de 2007

FúTBOL › BOCA PERDIO EN SANTA FE Y QUEDO DEMASIADO LEJOS EN EL CAMPEONATO LOCAL

Colón, de la mano de San Lorenzo y de River

“Te matará Ramírez”, debe haber pensado Astrada cuando hizo el cambio sobre el final. Rubén Ramírez, precisamente, hizo el gol de la victoria del conjunto santafesino. Boca, que presentó un combinado con más titulares que suplentes, terminó atacando con todo, pero se expuso a la contra rival.

Colón celebró su triunfo; San Lorenzo (y también River, de rebote) festejaron la caída de Boca, que se bajó del campeonato.

Matemáticamente, los boquenses conservan posibilidades porque quedaron a 4 puntos con 6 en disputa, pero achicar esa distancia es poco menos que un milagro. River, representado en Colón por Astrada y su ayudante Hernán Díaz en el banco, y por Sand y Barrado en la cancha, disfrutó también de un instante de alegría.

Con la idea de seguir dando batalla en el torneo local, Miguel Angel Russo jugó las primeras fichas mandando a Migliore a la cancha y a Bobadilla al banco. El paraguayo, que había tenido una pobre actuación el jueves pasado en Colombia, no tuvo segunda vuelta. El ex arquero de Huracán anduvo bien, mostró mucha seguridad, tapó un par de pelotas difíciles y no tuvo ninguna responsabilidad en los dos goles de los santafesinos. Las otras fichas, las más grandes, el DT las jugó en el segundo tiempo, cuando hizo entrar sucesivamente a Riquelme, Palacio y Palermo. Con tres delanteros, con volantes y laterales más preocupados por atacar que por defender, Boca apretó un poco, pero se expuso demasiado a una contra, que se dio sobre el final del partido y significó el 2-1 definitivo.

El encuentro no fue brillante, pero tuvo muchísima intensidad y varias llegadas que convirtieron en figuras a los dos arqueros. En el primer tiempo, Migliore salvó a su equipo ante un remate de Barrado y otro de Sand a ras del piso, antes de que llegara el golazo de Grisales. La jugada nació en un desborde de Sand y se coronó con un remate de chanfle, a la carrera, con el borde del botín derecho del colombiano desde el borde del área.

Tombolini, por su parte, tapó dos clarísimas jugadas de gol: un remate a quemarropa de Boselli desde un ángulo cerrado y un cabezazo de Marioni antes del gol que se produjo en el último tramo de la primera etapa. Dátolo sacó un remate cruzado, Tombolini no pudo retener y Boselli, entrando en velocidad, alcanzó a cabecear antes de que el arquero pudiera reaccionar. Uno a uno y final de la etapa que le abría buenas expectativas a Boca, porque estaba cantado que en el segundo tiempo iba a entrar Riquelme. Apenas iban 10 minutos cuando Russo produjo la variante: Riquelme por Cardozo. Cinco minutos más tarde, Dátolo le dejó su lugar a Palacio y Boca, con tres delanteros, asustó por un ratito al cuadro local, que se refugió en las cercanías del arquero. Pero como los avances auriazules no pasaban de insinuaciones, de a poco los locales se empezaron a animar con los contraataques. Los dos querían ganar, y el ida y vuelta se hizo muy emotivo. Los defensores de Boca, en excursión permanentemente, se chocaban con los delanteros naturales y Colón empezó a paladear la posibilidad de una contra letal. La consiguió cuando sólo le quedaban tres minutos al partido. Sand desbordó por la derecha, metió el centro bajo y Ramírez, debajo del arco, se anticipó a Silvestre, que cerraba, y clavó la pelota en la red.

A Russo le debe haber quedado la duda: ¿hubiera sido mejor poner a todos los titulares? ¿Habría cambiado algo con Ledesma en la cancha y los tres que entraron en el segundo tiempo desde el arranque? ¿Hasta qué punto se habrían desgastado físicamente esos jugadores que deberán jugar recién el jueves a la noche? Los datos de la realidad marcan que Boca, con algunos suplentes, iba empatando el partido 1 a 1 y cuando metió tres titulares más en la cancha, perdió.

De acá en más, al entrenador se le acabó la incertidumbre y queda clarísimo que Boca se va a olvidar del torneo local y va a poner todo en la Copa Libertadores. Porque corre el riesgo de quedarse con las manos completamente vacías.


Cancha: Colón.

Arbitro: Rafael Furchi.

Goles: 36m Grisales (C), 44m Boselli (B); 87m Ramírez (C).

Cambios: 16m Goux (6) por Piccoli (C), 55m Riquelme (5) por Cardozo (B), 60m Palacio (4) por Dátolo (B), 69m Centurión por Grisales (C), 73m Palermo por Marioni (B) y 83m Ramírez por Enría (C).

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Riquelme ingresó en la segunda etapa, pero no pudo cambiar la historia. Aquí maniobra ante la presión de Jerez.
 
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