San Lorenzo volvió al triunfo ayer después de cuatro derrotas consecutivas, una de ellas por la Copa Sudamericana, al vencer por 2-1 en el Nuevo Gasómetro, con goles de Hirsig y Silvera, al sorprendente Tigre, que descontó por intermedio de Lázzaro, de tiro penal, y hasta tuvo chances como para empatar. Esta vez el arbitraje favoreció a San Lorenzo: Héctor Baldassi le anuló un gol lícito al equipo de Victoria.

Los locales tenían en claro que debían cortar sí o sí la racha negativa, para no despedirse anticipadamente de la lucha por el título. Y así salieron a jugar con decisión y criterio, y pudieron dominar al menos toda la primera parte del encuentro, donde las subidas de Adrián González se hacían sentir y la Gata Fernández siempre complicaba. La figura de Tigre era el arquero Islas, quien primero mandó un disparo de Fernández al corner y después sacó un tiro libre de Ferreyra que se metía en el ángulo.

El tanto de Hirsig llegó recién a los 19 minutos, tras un centro de González desde la derecha, que conectó Méndez obligando al arquero Islas a dar un rebote, que finalmente tomó Hirsig para asegurar con una media chilena. En ventaja, el equipo de Ramón Díaz bajó las revoluciones y trató de esperar sus oportunidades de contraataque. Tigre sacó provecho de eso y comenzó a dar más de sí para encontrar el empate, aunque no logró el objetivo porque careció de claridad sobre todo en los últimos metros.

Pero la tarde parecía ser de San Lorenzo. Al menos eso pensó la gente de Tigre cuando Baldassi, a instancias del juez de línea Claudio Rossi –que, dicho sea de paso, anunció su retiro–, anuló por posición fuera de juego un gol lícito de Román Martínez, que estaba a todas luces habilitado. La bronca del DT de Tigre, Diego Cagna, era notoria. Luego de quince días de quejas de San Lorenzo sobre arbitrajes perjudiciales, los recién ascendidos de Victoria comenzaban a pagar la cuenta.

Algo debió pasar en el vestuario local, porque al reanudarse el trámite San Lorenzo salió con la actitud renovada y no tardó en imponer su jerarquía para adueñarse de la pelota. Con el envión del nuevo comienzo, San Lorenzo se puso a tiro y consiguió ampliar la ventaja. Una tranquilidad extra para un equipo al que le cuesta cerrar los partidos. Fue tras un disparo de Hirsig que Silvera desvió con el taco, consiguiendo descolocar a Islas.

Tan rara fue la jugada que Baldassi dudó en sancionar, lo mismo hizo el propio Silvera, aunque, finalmente, en medio de la confusión, otra vez apareció el asistente Rossi en acción, convalidando el gol con una enfática carrera hacia el medio del campo de juego.

Pero Tigre no quiso bajar los brazos y pasó a ser protagonista cuando San Lorenzo volvió a aflojar. La chance para el descuento llegó tras un penal de Méndez sobre Matías Giménez; ejecutó Lázzaro y puso el partido 2-1. Pratto tuvo una inmejorable oportunidad para la igualdad, pero no supo definir ante la salida de Orión.

También tuvo San Lorenzo, sobre el final, una chance clara como el agua: Romeo recibió habilitado y corrió con la pelota, por la franja central, para el mano a mano con Islas y punteó la pelota un poco larga, lo que le permitió al arquero salir al cruce y encimar al delantero justo antes de que éste sacara el remate que terminó desviándose en el cuerpo del arquero, para dejar las cosas tal como estaban.

Estadio: San Lorenzo.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Goles: 20m Hirsig (SL); 55m Silvera (SL); 64m Lázzaro (T), de penal.

Cambios: 65m Ortiz por A. González (SL); 66m Pratto por Suárez y Torres por Giménez (T); 74m Alvarado por J. Torres (SL); 78m San Román por Galmarini (T); 82m Romeo por G. Fernández (SL).